“Veo mucha gente ¡cuántas cámaras! Tranquilos que el catering es gratis”, bromea Sergio Martínez al dar la bienvenida a la conferencia de prensa que brindó en la sede porteña del sindicato ATILRA. Es que su nueva visita al país despertó interés masivo y generalizadas muestras de cariño que lo llevan a asegurar que comienza a sentirse “profeta en su tierra”. Al apagarse los flashes, Maravilla tuvo la gentileza de dialogar en exclusiva con DQ. Una jugosa charla en la que el Campeón Diamante y Emérito Mediano CMB disparó fuerte contra Chávez Jr., aseguró que no cree que se concrete ese combate, y adelantó sus futuros pasos. Imperdible.

- Luego de tantos esquives por parte de Julio César Chávez Jr, tu próximo combate debería ser el 15 de septiembre, contra él y por su título de los Medianos CMB. Sin embargo, todavía no hay certeza de que se concrete ¿cómo llevás esta espera?

- Ya está todo demasiado espeso. Lo último que supe es que no me dejan ver el contrato que supuestamente firmó Chávez. Quiero ver una copia y, desde el Consejo Mundial, me dicen que no. Hasta el 17 de abril tenía tiempo de firmar, yo todavía no sé si lo hizo. Es una novela espantosa.

- ¿Por qué no te dejan verlo?

- No sé que decir. El contrato pasó de mis manos a las de Andy Lee (NdeR: será rival del mejicano el 16 de junio) y de ahí parece que cayó en el Triángulo de las Bermudas. Ahora José Sulaiman dice que lo que Chávez firmó es un “compromiso”, no un contrato.

- Suponiendo que finalmente la pelea se lleve a cabo ¿te preocupa el lugar donde se realice, como por ejemplo Texas donde sería prácticamente local y los controles dejan mucho que desear?

- No me gustó que el CMB faltara a su palabra: él siempre me esquivó con su consentimiento. Estamos en un gallinero, Chávez tiene plumas en el cuerpo. Por eso no me preocupa dónde sea: quiero tenerlo en un ring y terminar con esta mentira. Entre las cuerdas vamos a estar solos y ahí no van a pesar ni el entorno ni nada. Igualmente, si pudiera elegir, preferiría Las Vegas porque es un lugar en el que aún me falta triunfar y ésta es una pelea mundialista.

- ¿Tampoco le tenés miedo a las maniobras que pueda hacer Bob Arum, su manager, o a un posible favoritismo de los jueces?

- Chávez no tiene posibilidad alguna de llegar en pie al último asalto. No voy a darle chances de posibles errores a los jurados.

- Entonces ¿Cuál es tu presentimiento? ¿Se hace o no se hace?

- Estoy apuntando todo a él. Lo tengo en la mira y hasta no agotarse las posibilidades no voy a dejar de pensar en ese combate, pero dudo muchísimo que se haga la pelea con Chávez Jr. En caso de hacerse el combate, postergo todo, pero si se cae, tengo otro plan.

- ¿Por ejemplo Felix Sturm, Supercampeón Mediano de la AMB, quien está libre para septiembre?

- Sería muy bueno. Siempre estoy dispuesto a un combate donde haya pelea, es decir, donde exista paridad. Pero, en realidad, si se cae lo de Chávez, mi intención es traer antes de diciembre mi combate a Argentina.

- Bueno, si se cae y el CMB cumple su palabra de despojar del título al mejicano, tendrías que enfrentarte al número uno del ranking: Facundo Billy Godoy, quien justamente también es argentino…

- Sería muy extraño, pero lo haría. Me encantaría que se hiciera en Argentina. El Luna Park sería un sueño.

- Ante la falta de rivales que se animen a enfrentarte ¿está en tus planes volver a subir de división?

- Sería un riesgo muy grande subir de peso, pero llegado el momento me interesaría pasar a Supermediano. Igualmente, antes voy a buscar a Floyd Mayweather. Es la gran pelea que me queda, una muy difícil porque en las estadísticas él es mejor que yo. Sería el gran reto de mi vida y bajaría sin problemas a Superwelter para poder concretarlo.

- ¿Existen chances ciertas de que lo enfrentes?

- Sí, seguramente va a darse. Hay acercamientos entre mis manejadores y los de Mayweather, pero él parece que está esperando a que yo sea un poco más viejo para enfrentarnos (risas).

- Tenés 37 años ¿te preocupa el tema de la edad?

- Probablemente se espera mi involución para que aparezcan los rivales que hoy me esquivan. Pero yo no voy a caer, cada día me siento más fuerte. Quiero ser el mejor del boxeo.

- El 2 de mayo de 1995 entraste por primera vez a un gimnasio de box ¿te imaginabas este presente 17 años atrás?

- Sí, la verdad que me imaginaba que podía estar en la posición en que me encuentro hoy, que podía tener un presente como el de ahora y un futuro bastante esperanzador. La verdad que sinceramente sí.

- Y haciendo un balance ¿qué sentís que aún te resta concretar?

- Lo que me falta es solamente un par de años más de carrera, porque lo demás viene solo. En Argentina, en la época en que mi estilo era resistido al mil por mil, estaba casi prohibido boxear como yo boxeaba. Pero sabía que simplemente necesitaba tiempo, porque las cosas se iban a poner en su sitio. El tiempo pone a todos en su sitio y me puso donde estoy hoy. Creo que cada uno tiene lo que merece.

- Teniendo en cuenta el recibimiento que estás teniendo cada vez que venís al país ¿Creés que finalmente se dio vuelta ese prejuicio que se tenía con tu estilo?

- La actitud de la gente conmigo es espectacular. Es muy bueno porque antes en Argentina no me pasaba. Es muy positivo sentirme profeta en mi tierra.

- ¿Lo tomás como una pequeña venganza con respecto a quienes te daban la espalda y hoy ves que están rendidos a tus pies?

- No, no… pero sí me divierto un poco y digo: “¡estuvimos todos, qué bien!” (risas). Yo sé quien me apoyó y quien me defenestró. Lo sé perfectamente y, como siempre digo, la familia se agranda cada vez más con gente que ni conozco. No pasa nada. Está todo bien.

- ¿Ya te ves como ídolo?

- Es complicado. No sabría asegurar si me convertí en ídolo. En parte sí, por como se me acercan. Lo que siento es que me estoy metiendo de costado en el terreno de los ídolos.