Digno de un partido que siempre acapara todas las miradas, Ducilo y Quilmes A llevaron adelante un encuentro de ida y vuelta a pura emoción, donde no faltaron los goles, las jugadas polémicas y las discusiones de todo clásico. Al final, el compromiso disputado en Berazategui fue empate 3 a 3. Para los cerveceros, es un punto que les permite seguir sumando en la tabla, más allá que no termina de ser netamente positivo en su ambición de darles alcance a los equipos que hoy ocupan los puestos de clasificación a los Playoffs.

La ambición que permanentemente mostraron ambos conjuntos fue el hecho que terminó por darle atractivo a un encuentro que los neutrales pudieron disfrutar a pleno. Mientras que los equipos, supieron aprovechar sus momentos y fueron alternándose la importancia en el juego y en el tanteador, con un segundo tiempo a pura emoción.

Fue allí cuando llegaron los goles. La ventaja inicial fue para Quilmes (en el balance final, un poquito más que su adversario), gracias a una arrastrada de Abel Encinas. Ese tanto le dio más seguridad y generó dudas defensivas en su rival, pudiéndolo capitalizar con la segunda conquista: Guillermo Muir, volvió a sacar a la luz su buen presente con el arco contrario y aumentó la ventaja para los suyos. Parecía historia resuelta…

Pero con más ganas y corazón que nivel técnico, Ducilo volvió a emparejar la cosa. Así, llegaría al descuento a través de Iván Pujalka. Reconfortado y con más ganas, supo hacer valer el oficio de su goleador (y del torneo) y principal referente, Roberto Proficio, que tomó la bocha dentro del área para poner el empate. Y convencido que se trataba de su mejor momento, el Tricolor fue por más y llegó al tercero, con el tanto de Juan Navarro. Increíblemente, en un par de minutos la situación se había puesto muy complicada para los quilmeños.

Pero el equipo decidió arriesgar, sabiendo que una derrota podía llegar a condenar su objetivo, y retomó el control de las acciones. Esa decisión tuvo su premio, con el gol de Pedro Budeisky. De ahí en más, el marcador no se movería más. De cualquier manera, las emociones ya habían sido varias, para regocijo de todos. Fue empate y ambos quedaron conformes pensando en su presente y su futuro.