Pasada la fuerte sudestada que azotó estas costas, llegó la calma y, el sábado, el sol iluminó con fuerza al Río de la Plata para que éste se vistiera de gala en su fiesta más tradicional: la regata Pino Daparenti. Con un total de 51 embarcaciones, la 17º edición de esta competencia, organizada desde 1993 por el Club Náutico, fue bien quilmeña con el local Viva Zápata alzándose con la General, seguido de cerca por sus pares del Gaviota.

Con un tiempo de 01:57:14 para completar el recorrido crucero Olivos - Quilmes, el Viva Zapata superó su actuación de 2011 -en la cual se había ubicado en el tercer escalón del podio- para alzarse victorioso en la Serie D y, por si fuera poco, coronarse también ganador de la clasificación General. Muy cerca de él, a tan solo un minuto y monedas, el segundo lugar fue para el Gaviota, otro velero del CNQ, quien además conquistó la tradicional Clase H 20. Fiesta completa. Por su parte, la ansiada Cinta Azul fue para el Cuiquesum 5.

Realizada en memoria del navegante quilmeño Giuseppe Pino Daparenti -un muy recordado profesor y entusiasta del yachting argentino que falleció al caer desde su velero durante la regata La Panela-, con el correr del tiempo esta prueba se transformó en un clásico rioplatense, siendo declarada de interés
Municipal y habiendo contado en diversas ocasiones con la activa
participación de autoridades locales y provinciales, así
como la presencia de embarcaciones emblemáticas del país,
como el yate Fortuna de la Armada Argentina.

Por las características de esta competencia, que se desarrolla recorriendo la costa de Buenos Aires en una distancia a navegar no tan extensa como las regatas crucero convencionales, la Pino Daparenti es ideal tanto para los que gustan de correr “con los dientes apretados”, como para las tripulaciones familiares que desean pasar un buen día disfrutando del Río de la Plata.

Foto: El Ojo Náutico.