Unión Ezpeleta sumó su segunda caída consecutiva en condición de local. En una noche para el olvido, cayó por 5 a 1 frente a Villa Argentina. Como fue moneda corriente en las últimas presentaciones, el equipo dirigido Marcelo Calahonra volvió a tener altibajos en el rendimiento. Y además, le costó mucho penetrar la sólida defensa rival. A pesar de la derrota, se mantiene a seis unidades del último puesto de clasificación a los Playoffs, con siete fechas aún por disputar de la temporada regular.

Cuando sonó el pitazo final, el marcador reflejaba una dura goleada. La gente que se acercó al Coloso de Ezpeleta fue dejando el gimnasio en silencio. La sensación de haber dejado tres puntos clave en las aspiraciones de ascenso, quedaron en un segundo plano. Porque, en primera instancia, la floja actuación del equipo se llevó toda la atención. Unión no tuvo respuestas. Casi ni reaccionó ante un equipo respetable, pero de ninguna perspectiva superior.

En el comienzo del primer tiempo, los locales mostraron algunos rasgos de carácter. Parecía que se iba a imponer por oficio, ante un rival de plantel reducido (sólo tuvo siete jugadores entre titulares y suplentes) e integrado por muchos jóvenes. Sin embargo, Unión creo muy pocas situaciones de peligro. Apenas tuvo unas pinceladas de buen fútbol en los pies de Elián Techera, más un remate que se estrelló contra el palo.

En cambio, la visita mostró mejor ritmo y tuvo más dinámica. Así quebró la resistencia de la defensa local con facilidad, abriendo el marcador a los cinco minutos. De un tiro libre en la puerta del área, concretó el segundo cuando promediaba la primera mitad. Por su parte, Unión siguió sin llegar con contundencia y sólo tuvo muchos remates sobre el cuerpo de los rivales, que por momentos se cerraron muy bien atrás.

La única jugada del local durante ese tiempo (tal cual lo marca cualquier manual de futsal) terminó en gol: tras una serie de toques, Maxi León cruzó la pelota por abajo, al segundo palo, donde Damián el Chapu Santos la empujó a la red. El juvenil, que habitualmente se desempeña en Tercera, marcó su segundo tanto en esta categoría. Después del descuento, el resto de la etapa tuvo poco fútbol y muchas patadas. La escena se llenó de tarjetas amarillas y golpes por ambos lados.

En el comienzo del segundo parcial, Villa Argentina liquidó el encuentro con dos contraataques seguidos en menos de dos minutos. Fue un baldazo de agua fría para el local, que falló en las coberturas. Aunque, los problemas no sólo estuvieron atrás, ya que en ataque siguió igual de ineficaz que en defensa.

Ante esta situación, el DT adelantó al arquero Pablo Penovi para sumar un jugador más al ataque. Pero esta vez, la fórmula que en muchos partidos sirvió para conseguir la victoria, no resultó. Es más, en una jugada desafortunada, el golero perdió el balón y, con un remate de atrás de mitad de cancha, la visita marcó el quinto.

Unión tuvo más de diez minutos de juego para aproximarse al descuento, pero su carencia de efectividad se notó más que en ningún otro tramo del partido. Ahí, Leo Parrotta falló un mano a mano. Después, Carlos Pacín tiró afuera un penal y para colmo, en el cierre, el arquero visitante le tapó una sexta falta a Mirko Denda.

A pesar del traspié, Unión todavía mantiene chances de clasificación. Ahora deberá visitar, el próximo sábado, a la Municipalidad de Almirante Brown, quinto en las posiciones. Y una semana después recibirá al segundo de la tabla: Chacarita. Por eso, los dirigidos por Pichi Calahonra deben hacer borrón y cuenta nueva. Se les viene encima una seguidilla de partidos muy dura, en la que se juegan sus últimas fichas.