El equipo juvenil de Marcelo Trobbiani, jugando de local en Mendoza, apenas pudo rescatar un empate ante Bolivia y se complicó seriamente en sus aspiraciones para clasificar al Mundial de Turquía. El Sub 20 -con el cervecero Walter Benítez en el arco- había dado vuelta el partido, pero un penal tonto sobre el final sentenció el 2 a 2 definitivo. Con solo un punto sobre nueve, está obligado a ganarle el jueves a Colombia y rezar para que los resultados ajenos lo beneficien para lograr pasar al hexagonal final. A un paso del papelón.

El partido había arrancado torcido. El primer tiro al arco de Bolivia, un zapataso de Bejarano que dejó sin posibilidad a Benítez, fue gol y el seleccionado se convirtió en puro nervios. En el segundo tiempo, el DT metió a Alán Ruiz y a Centurión y ahí se mejoró. Rápidamente se descontó con tanto de Melano y, tras un dudoso tiro libre indirecto dentro del área, Vietto puso el 2 a 1. Argentina lo había dado vuelta, pero, después que el mismo Vietto casi marcará el tercero, el recién ingresado Gianetti increíblemente metió el codo que se transformó en el penal que derivó en el definitivo 2 a 2.

Ahora, el Sub 20 está obligado a ganarle el jueves a Colombia para, con 4 puntos, esperar por resultados ajenos y ver si logra pasar al hexagonal final. Algo está pasando con los juveniles nacionales. Afuera del Mundial de Egipto 2009 -luego clasificó al de Colombia 2011- y de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 es hora de que la AFA analice el porqué de estas decepciones y se replantee el trabajo que se viene realizando en las categorías formativas.