…pero le faltó futbol a Quilmes. Ese juego que le hubiera permitido ser más claro en su ambición por tratar de quedarse con los tres puntos, en este juego que le puso punto final al primer semestre de la temporada. Los dirigidos por Omar De Felippe estuvieron más cerca por vigor y ganas, ante un adversario que mezcló futbolistas titulares con suplentes y que mostró poco compromiso con el partido. El empate en cero deja en situación más que complicada a un conjunto que deberá hacer un excelente torneo para conservar su lugar en la Primera División.

Era un partido a recuperar, que venía ideal para recuperarse. Después de la dolorosa derrota en La Bombonera y en medio de una mala racha que arrastra del cierre del año anterior, este cotejo valido por la última fecha del torneo pasado le hubiera venido bien al Cervecero para cortar la sequía de triunfos y acomodarse de cara al certamen definitorio de la temporada.

Pero el equipo no solo no ganó, sino que le costó horrores poder hacer una diferencia en el juego ante un rival que llegó al Centenario con la simple idea de cumplir con el calendario y darle rodaje y minutos de juego a varios futbolistas que vienen teniendo poca continuidad en este momento. Eso sí, por ganas, esfuerzo e intenciones, el QAC podría haberse quedado con los tres puntos.

A diferencia de cotejos anteriores, en este caso el DT decidió arriesgar un poco al colocar un enganche como el pibe Elizari desde el comienzo del partido. Claro que, recién en el tramo final, cuando pudo participar un poco más de los movimientos ofensivos de un conjunto que contó con una mayor cantidad de situaciones de peligro. Jacobo y un remate al lado del palo al quedar mano a mano con el arquero, Telechea y un remate que fue tapado por Javier García, Cauteruccio al no haber podido aprovechar un error del uno y un par de cabezazos, fueron las situaciones más claras para el local.

Pero en la mayoría d estos casos, todo llegó forzado y producto del ímpetu más que de la claridad conceptual con la pelota en los pies. Encima, tuvo la fortuna de tener enfrente a un Tigre inexpresivo, que no tuvo demasiado compromiso con el espectáculo y que decidió darle todo el protagonismo a su rival. Pese a eso, el conjunto de De Felippe debió conformarse con un punto que tiene sabor a poco.

Ahora a Quilmes se le vendrá por delante la complicada tarea de tratar de sumar más de 25 puntos en el Torneo Final. Es decir, ganar no menos de seis partidos (el doble de los que lleva ganados en la temporada) en los dieciocho que le quedan por disputar. De cualquier manera, el compromiso del domingo ante All Boys en su estadio será decisivo para saber hasta donde puede llegar su ilusión.