A distancia fue la cosa. Este nuevo Quilmes, utilitario, decidido y rendidor encontró la llave de la victoria desde afuera del área en La Paternal. Con tres golazos marcados por Romero, Olivera y Mansilla, los dos primeros a más de cuarenta y cinco metros, el Cervecero conquistó su segunda victoria consecutiva como visitante y logró distanciarse un poco de los últimos lugares de la tabla de los promedios. El equipo volvió a mostrarse seguro y convencido, consiguiendo superar merecidamente a su rival, pese a haber jugado un rato con diez hombres.

Fue la noche de los golazos. Remates que le permitieron al QAC sumar un triunfo más que importante en esta recuperación que viene evidenciando en las últimas semanas. Recuperación que arranca en la cabeza, por el convencimiento y la decisión que imprime este conjunto en cada una de sus presentaciones, mostrando una diferencia abismal con el que participó del último Torneo Inicial.

Más allá de esto, el partido en La Paternal había arrancado bastante deslucido, típico entre dos rivales que se juegan mucho. Pese a eso, al Cervecero se lo notaba más prolijo y ordenado que al conflictuado conjunto local (suma un solo punto en el certamen). Claro que, las situaciones de gol no abundaban…hasta que una mala salida del arquero Ojeda, generó que Chirola Romero se iluminará y, desde cuarenta y cuatros metros coloque el balón por sobre la salida del arquero. Primer golazo de la noche.

Eso fortaleció el nivel de la visita y condicionó al Bicho, al que no le sobraban las luces para entender cómo salir de esta mala racha. Encima, Quilmes conseguiría estirar la ventaja con otro remate de larguísima ventaja. Wilfredo Olivera tomó casi en la mitad de la cancha un despeje de Garcé y sin parar la pelota, le dio al arco con tanta violencia y dirección que esta se terminó colando por arriba del arquero local.

Parecía todo encaminado hacia una victoria tranquila, pero en un par de minutos casi consecutivos, primero Menéndez se perdió el tercero en un mano a mano, luego Matías Martínez anotó el descuento de cabeza, tras una jugada de pelota quieta y, para colmo de males, Cobo vería la roja pro un tremendo (e innecesario) patadón en la mitad de la cancha.

Pero el alerta rojo rápidamente se desactivaría, gracias a un nuevo envío preciso a distancia. En este caso fue Jacobo Mansilla el que coló el balón en un ángulo, luego de ejecutar de gran forma un tiro libre. Con menos de quince minutos por jugar, ese golpe sería el del nocaut para Argentinos. Aunque apretó hasta los últimos minutos, ya sabía que sus chances habían pasado de largo. Inclusive, el QAC podría haber anotado algún tanto más por la vía del contraataque.

Entonces Quilmes se quedó con un triunfo que lo envalentona, de cara al trascendente compromiso frente a Independiente del próximo sábado. Claro que, solo serán tres puntos de los tantos que quedan por disputar y para los de De Felippe todos serán importantes. Si entiende esto, seguramente sus chances de salvación seguirán aumentando con el correr de las semanas.