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“Perdón a todos los pueblos originarios por el maltrato, el robo y la humillación que sufrieron desde el 12 de octubre de 1492 en adelante a manos del hombre blanco, mi humilde homenaje”. Así describe el atleta quilmeño Wilfrido Orlando Franco el trasfondo ideológico de la Ultra Maratón Por los Pueblos Originarios, en la cual unió, a lo largo de dos días, los 210 kilómetros que separan a las localidades santacruceñas de El Chaltén y El Calafate, ciudad en la cual fue declarada de interés municipal. Anteriormente, Franco ya había demostrado su compromiso y gran capacidad, al unir en varias oportunidades las ruinas de los Indios Kilme en Tucumán con nuestro distrito.

Esta nueva ultramaratón se trató de una travesía deportiva, cultural e histórica, mediante la cual Wilfrido enlazó simbólicamente dos puntos patagónicos para rendir homenaje a los tehuelches, un pueblo pacífico que habitó parte del solar que hoy ocupan los estados provinciales de Magallanes (Chile) y Santa Cruz (Argentina). Una vez sorteados los difíciles aspectos topográficos y climáticos del recorrido, que incluyeron fuertes ráfagas discontinuas de viento, el atleta, de 46 años, celebró en El Calafate haciendo una reverencia a la tierra en honor a los pueblos originarios. Como resultado de este extenuante desafío, el quilmeño sufrió una leve descompensación por la cual tuvo que ser trasladado con asistencia médica.

Franco demostró una vez más su solidaridad con la lucha por demás importante para mantener viva la historia de nuestros pueblos originarios y de su genocidio a mano del conquistador y luego del criollo. En ese sentido, el ultramaratonista llamó a tomar consciencia: “por respeto y en su honor, digamos sí al cambio de los nombres de las calles ‘Campaña del desierto’ y ‘Julio Argentino Roca’, los cuales fueron momentos y protagonistas de nuestra historia y por los cuales pedimos perdón por la sangre inocente de aquellos que con nada intentaron defender sus tierras, sus orígenes, su vida y su cultura”.