Si faltaba una prueba de carácter más para que el equipo terminara de afirmar su sueño de campeón, lo logró esta tarde en la cancha de Midland. El partido no había empezado nada bien ante Muñiz, pero Argentino de Quilmes consiguió reponerse a la adversidad, dar vuelta la historia y quedarse con un triunfazo. Estos tres puntos conseguidos fuera de casa y sumados a la derrota de Riestra, dejaron al conjunto que dirige Guillermo Szeszurak al borde del título. La fiesta puede desatarse en la próxima jornada.

El grito contenido desde hace ocho años, parece estar cada vez más cerca de salir a la luz. A esta altura de las consecuencias, nada parece que podrá evitar en haya vuelta olímpica en la Barranca. Solo falta el mero formalismo, algo que seguramente se concretará en una o dos semanas. Lo cierto es que, después de una fecha 30 en la que se le dio todo redondo, el Mate estiró a nueve la ventaja con Riestra y gracias a una tremenda racha de 10 victorias consecutivas, el equipo empezó con los festejos.

La tarde no había arrancado nada bien para el Celeste. Relajados por la gran noticia que llegó el lunes desde el Bajo Flores, el líder salió a jugar dando más ventajas que nunca. Sin entrar en sintonía, se vio superado por un ordenado rival, que apretó en todos los sectores de la cancha y no le permitió a Argentino imponer su juego ni tomar el protagonismo acostumbrado.

Sin dudas, se trató de un primer tiempo que quedará rápidamente en el olvido, en el que, extrañamente, los quilmeños no hilvanaron ni siquiera una jugada de riesgo hacia el arco defendido por el ex Mate, Claudio Paz. Y encima, Muñiz logró ponerse en ventaja: Alejandro Jara capturó una pelota perdida en el borde del área y definió al palo más alejado de Leguizamón.

Pero en el complemento la historia fue completamente distinta. Con otra actitud, rápidamente comenzó a dar vuelta el resultado. A los diez minutos, y tras un tiro de esquina ejecutado por Ramón Borda, la pelota le quedó a Matías Polack, que no perdonó y empardó el marcador. Y apenas 120 segundos más tarde, metió la puñalada letal: Cristian Tello llegó hasta el fondo y metió un centro que al segundo palo Jonathan Da Luz conectó y con un remate fulminante dejó sin chances al uno local.

Con la tranquilidad de la ventaja, el Mate se acomodó mejor en el terreno de juego y aparecieron los espacios para liquidar de contra. Pero los delanteros fallaron una tras otra y el equipo debió defender la diferencia hasta el instante final del encuentro. El pitazo final de Mariano Negrete desató la locura en Libertad y el festejo que se trasladó al micro. El epilogo de la historia está a la vuelta de la esquina, por eso ya empiezan a abrir las botellas…

Fotos: Argentino de Quilmes oficial