La familia del Futsal vivió una gran fiesta este fin de semana en el Microestadio del Unión Ezpeleta. La presencia del convocante conjunto de Villa La Ñata, comandado por el gobernador Daniel Scioli, hizo rebalsar como nunca las instalaciones de una cancha que, además, vivió uno de los mejores partidos en lo que va de la temporada en el torneo de Segunda División. Es que, frente a frente estuvieron dos de los máximos candidatos a la pelea por un lugar entre los puestos de ascenso en esta temporada. Y en un duelo parejo y cerrado, la visita terminó quedándose con el triunfo por 8 a 7, a poco para el cierre del juego.

Desde temprano, mientras se disputaban los partidos de las divisiones inferiores, el estadio se fue colmando a la espera del gran match. Antes del comienzo de partido principal, los directivos locales invitaron a l gobernador de la Provincia de Buenos Aires a recorrer las instalaciones del club. A esa altura, el Coloso de Ezpeleta ya mostraba un lleno total en ambas tribunas.

Los equipos salieron a la cancha con un ensordecedor recibimiento de ambas parcialidades. En el centro de la cancha, directivos del Unión le entregaron una plaqueta y una camiseta al Scioli, en una forma más de homenajear su presencia.

Luego de todas las ceremonias, comenzó la fiesta dentro del campo de juego, en donde se vio un verdadero partidazo. Desde el comienzo fue un encuentro de altísimo contenido emotivo, vibrante, en donde el resultado varió en distintas ocasiones. En los primeros cinco minutos, La Ñata ya ganaba por dos a cero, en medio de un ida y vuelta constante. Pero enseguida el Unión logró empatarlo y después que el DT Marcelo Calahonrra pida un minuto técnico, el equipo llevó a la práctica una jugada preparada que les permitió a los de Ezpeleta dar el golpe y ponerse adelante en el marcador.

Pero la alegría duró poco: un minuto más tarde la visita volvió a empardar las cosas. Las situaciones de gol no pararon en cada uno de los arcos, subiéndole cada vez más emotividad al cotejo, y convirtiendo a los arqueros en verdaderos protagonistas. A falta de un minuto para terminar la etapa, nuevamente La Ñata paso al frente en el tanteador.

Comenzando la segunda mitad, Marcelo Pace empató de nuevo para los locales. El encuentro no bajaba en intensidad, rendimiento y emotividad, ya que Unión se puso al frente en otras dos ocasiones, que su rival se encargó siempre de empatar transitoriamente. Con el 6 a 6 en el marcador, le tocó a la visita pasar al frente, pero a tres minutos de terminar el encuentro, Mirko Denda igualó el juego.

Pese a que ninguno de los dos aflojó en el ritmo, parecía que la historia iba a quedar igualada. Pero, a tan solo cincuenta segundos para el final, La Ñata fue más eficaz que su adversario, convirtió la última ocasión que tuvo en su poder y se quedó con un triunfo muy festejado por su parcialidad. En Ezpeleta, pese a la derrota, fueron todas sonrisas por el gran partido y el importante día que les tocó vivir.