¡Tremendo partido en el Centenario! En un trámite repleto de emociones, con vaivenes constantes y con la emoción y el suspenso hasta el pitazo final, Quilmes se quedó con gran triunfo ante San Lorenzo, uno de los principales candidatos a pelear el título hasta las últimas consecuencias. El día en el que los hinchas cerveceros celebraron su día, el equipo les devolvió su mejor imagen en lo que va del campeonato, con un héroe impensado como el Pitu González y tres puntos que cotizan muchísimo después de tantas dudas futbolísticas. Si, tiren papelitos que bien vale el festejo.

En medio de un torneo tan bajo e irregular a la hora de repasar el nivel general, sin dudas que por el momento este compromiso disputado en la fría noche del lunes deberá estar en lo más alto del podio de lo que se ha disputado. Seguramente, la vocación ofensiva de ambos elencos habrá sido determinante para encontrar emociones variadas y un triunfo que estuvo en discusión hasta que Echenique hizo sonar su silbato por última vez.

Fue un partido de rendimientos cambiantes y de golpe por golpe. El que pegó primero fue el QAC (de interesantes primeros veinte minutos). Bien armada la pelota quieta, que ejecutó Benítez, peinó Boghossian y terminó definiendo Telechea por el segundo palo. Claro que, los dirigidos por Vivas dejaron crecer a la visita y, enfundados en el gran nivel de Gonzalo Verón, el Ciclón llegó al empate. Fue justamente el juvenil el que remató al segundo palo, haciendo estéril la estirada de Peratta.

Claro que, lo más atractivo se vería en la parte definitoria. Porque ambos intentaron ser equipos cortos, adelantándose en el campo cuando tenían la pelota, por momentos se desordenaron y buscaron cada uno por su vía la victoria. Nuevamente fue Quilmes el que acertó de arranque. En una situación inusual, Boghossian (de buen partido) desbordó por la izquierda, Caneo puso un pase acertado y el que definió de forma correcta con un disparo cruzado fue Abecasis, convirtiendo el segundo tanto de su conjunto y el primero de su carrera.

A partir de ahí, la historia volvió a parecerse a la de los primeros 45. San Lorenzo ganó protagonismo, aunque sin ser tan profundo. Por eso, el Cervecero lo podría haber liquidado (la más clara, un cabezazo de Telechea que Torrico mandó al corner), pero nuevamente pagó al no despejar un balón a tiempo. Todo se inició con una nueva jugada personal de Verón, que provocó los revolcones de Peratta, pero el rebote le quedó a Cauteruccio…si, justo al uruguayo, que puso otra vez las cosas iguales.

Pero la historia se sentenciaría a partir de un héroe impensado. Hacía un ratito que estaba en la cancha, cuando Arnaldo Gonzalez tomó un rebote de aire a la salida de un tiro de esquina y con una tijera más que violenta, coló la pelota en el ángulo izquierdo. Un verdadero golazo, que sirvió como la frutilla del postre para un partido por demás atractivo.

Obviamente que hubo tiempo para las dudas y el sufrimiento del local, pero la victoria ya no estaría en discusión. Entonces, el Cervecero se dio un gusto grande en una noche de festejos varios y en el que la pasión y el futbol se dieron la mano para que los hinchas se vayan felices a su casa. Y si, a tirar papelitos.