La tercera final del calendario 2014 tuvo un condimento especial: la lluvia. Pero más allá de esto, el nombre de la victoria sigue siendo el mismo. Bajo cualquier condición de pista, Javier Jack le continúa poniendo magia al campeonato y no perdona a sus rivales. En el Autódromo Roberto Mouras de La Plata, el quilmeño volvió a demostrar que sueña con repetir el título del año pasado y que, teniendo en cuenta el gran nivel individual como el de su Fairlane, no suena nada descabellado.

Fueron un total de veintiséis maquinas las que salieron a pista bajo una incesante lluvia, que desde la madrugada se presentó en el autódromo, para darle un condimento especial a la competencia final. Pero a pesar de la adversidad, los pilotos salieron a pista para disputar una carrera más que apasionante, con maniobras impecables para el deleite del gran marco de público, que a pesar de las inclemencias del tiempo, dijo presente paraa ver el espectáculo.

Desde el inicio Fernando Cutini, el crédito de La Espumita Quilmeña, dominó las acciones marcando el camino a ritmo firme, mientras que Rodrigo González trataba de seguirlo, acosado por Gaston Seoane que a todo o nada buscaba la superación para no dejar ir a Cutini. Mientras tanto, Jack a ritmo demoledor plantaba lucha a cada oponente y con el transcurrir de las vueltas avanzaba hacia la punta.

Seoane logró doblegar a Cutini por afuera en la curva de la olla y comenzó a mostrar el camino, mientras que Kevin Costas y González se rozaron en el ingreso a la recta transitando por arriba de un gran charco de agua. Luego Seoane es alcanzado por Cutini y la lucha por el liderazgo entre esos dos grandes pilotos volvió a comenzar, con un imparable Jack que ya tercero acechaba por la cumbre.

La carrera dio un gran golpe cuando Cutini, que ya había recuperado la punta, se despista en pleno curvón, es en ese preciso instante que Seoane batalla con Jack por la punta de la carrera, siendo el campeón el que prevalece en el frenaje de una curva, para mostrar el camino hasta la bandera a cuadros y logrando una excelente e inobjetable victoria, tercera consecutiva sobre la misma cantidad carreras disputadas.