Aunque los números siguen siendo un condicionante para poder ilusionarse en demasía con la salvación, Quilmes se dio un gusto grande este sábado por la noche. Pudo contra sus habituales errores, contra su falta de audacia y se dio el gusto de hacer historia, ya que por primera vez en la era profesional se impuso en la cancha de Racing. En un partido con mucho vértigo pero poca capacidad de ambos para hacerse daño, el Cervecero lo intentó más en el segundo tiempo y se mantiene con vida en su lucha por la salvación.

Un desahogo en medio de un presente tan complicado. Una alegría que permite descomprimir su momento y le da esperanzas para seguir creyendo, o por lo menos para intentarlo. Lo cierto es que el Cervecero se dio el gusto de ganar en lugar donde nunca lo había hecho, es un estadio místico del futbol argentino y lo hizo con armas legítimas, jugándosela un poco más que su rival en el segundo tiempo, etapa en la que se vivieron las principales emociones del encuentro.

El trámite fue de menor a mayor. Con un primer tiempo que mostró más intensidad y vértigo que creatividad y capacidad para agredirse, las ocasiones de gol brillaron por su ausencia y hubo que esperar hasta el tramo definitorio. En esa parte, Racing arrancó más atrevido, pero lentamente el QAC fue sacándole la pelota y tomando protagonismo en el juego.

A partir de eso, Telechea tuvo un cabezazo que contuvo Saja, Ríos remató a quemarropa al primer palo y el arquero local mandó el balón al corner. La movilidad de Vietto le dio opciones también al rival, hasta que llegó el centro de Suarez desde la izquierda, que tocó Telechea, Saja contuvo a medias y el rebote lo tomó el chaqueño Ríos, para mandar el balón a la red.

Esa situación lo volvió loco a Racing, pero cuando Quilmes estaba confiado y paradito para molestar de contra, llegó la expulsión de Carli y…todos a defender el triunfo. Faltaban pocos minutos y llovieron lo centros al área de un seguro Walter Benítez, que volvió a acertar en cada una que le tocó intervenir. Y más allá de algún sufrimiento, los de Caruso sacaron adelante el partido para sumar tres puntos importantísimos.

Por esos tres puntos, el gran festejo del final. Por un triunfo histórico y por el haber recuperado las ganas de pelear. La sensación es que el panorama sigue siendo muy complejo, pero como dice el refrán mientras hay vida, hay esperanza. Hoy el equipo alargó su vida, entonces será cuestión de seguir intentándolo.