De visitante le sienta bien al Círculo Universitario. Por segunda salida consecutiva de su casa, el elenco de la Ribera quilmeña se quedó con una muy importante victoria. Luchando hasta las últimas instancias del juego, terminó superando a Italiano por 23 a 20, para darle continuidad a una mini-racha positiva que lo sigue dejando con chances dentro de su zona, en la Reubicación del Grupo II de la Unión de Rugby de Buenos Aires. En cambio, el Don Bosco hizo un buen partido pero cayó con San Fernando.

Se trataba de un partido directo en la lucha por tratar de ingresar a los Playoffs. Después de haber desperdiciado una buena oportunidad la semana pasada ante otro adversario directo (empate con San Carlos), y esta vez no iba a dejarla pasar.

Porque se siente más cómodo o por haber sabido aprovechar de manera más correcta su función dentro de la cancha, al CUQ le ha ido mejor de visitante que en su propia cancha, en lo que ha jugado hasta el momento en esta Reubicación. Y en la tarde soleada de sábado, no fue la excepción. En Capital Federal, el Celeste dio la nota, se quedó con un partido bravo y se permite quedar ubicado dentro del lote de ingreso a los Playoffs, cuando falta la mitad del certamen.

Actuación despareja

Si el equipo hubiera mantenido bastante de lo mostrado durante la primera mitad, hubiera tenido muchas chances de quedarse con el triunfo Pero el Don Bosco Rugby no cumplió un buen papel en la etapa complementaria de su juego con San Fernando y terminó quedándose con una contundente derrota 44 a 30.

La mayor acción se vio en los primeros cuarenta minutos. Los dos equipos se fueron alternando en situaciones y posibilidades. Tries de uno y de otro, le dieron muchas emociones al espectáculo, que finalizó con un espectacular 27-27, dejando todo abierto para definir quién iba a quedarse con el triunfo en el segundo tiempo.

Pero en esa parte, solo hubo un protagonista: San Fernando que aprovechó todas sus opciones para sacar una gran diferencia y ganar el partido sin tener que sufrir. Para el Bosco un golpe duro, porque enfrentó a un rival a priori accesible y cayó casi sin atenuantes. Esa irregularidad que todavía no le permite meterse de lleno entre los de arriba en la zona.