No había mejor manera de terminar esta trilogía en el comienzo de la Era Sava. Quilmes sacó pecho en una cancha brava y a puro coraje, terminó aguantando para quedarse con su tercer triunfo consecutivo en ocho días, ante el peligroso y envalentonado Tigre de Alfaro. Tras un primer tiempo atractivo y positivo, en el que el equipo pudo sacar la diferencia otra vez por la vía del penal, se quedó sin fuerzas ante tanto trajín y en el complemento decidió defender la ventaja hasta asegurarse una nueva victoria.

Sin lugar a dudas, el partido era chivo y lo terminó siendo para el Cervecero, que debió sufrir hasta los últimos segundos para asegurarse otro éxito importante en el campeonato. Lo mejor de los dirigidos por Sava se vio en la parte inicial, asumiendo la tenencia de la pelota, arriesgando con mucha gente en campo contrario y obligando al rival a juga casi de contraataque.

Después de unos primeros minutos de desorden, en los que Sebastián Rincón no pudo aprovechar las grietas defensivas (una bien tapada por Benitez en un mano a mano), la visita comenzó a acomodarse mejor y a crear sus oportunidades. Por eso, Bieler quedó dos veces cara a cara con el arquero: en la primera tapó D’Angelo y la siguiente dio en la base del palo. Pero lo mejor llegaría en los últimos instantes de la etapa...

Buena pelota para Canelo, que hizo valer su velocidad para irse de cara al gol. Termino chocando con D’Angelo y en una jugada confusa, el juez Andrés Merlos decidió amonestar al golero y sancionar penal. Como viene sucediendo en esta campaña, Bieler no desaprovechó la chance y mandó el balón a la red.

La segunda parte fue completamente distinta. Porque Tigre comenzó a arriesgar con los cambios y fue el propio Quilmes que se dio cuenta que la nafta no le daba para seguir jugando de igual a igual. El grupo sintió el esfuerzo de haber actuado en Córdoba hace cuatro días atrás por la Copa Argentina y decidió no despilfarrar esfuerzo. Se abroqueló bien atrás y le dio la pelota y el campo a su rival.

De tanto ir y pese a su confusión, los de Victoria comenzaron a generar oportunidades claras. En un toque sutil de Jorge González, la pelota dio en el travesaño; una definición de Menossi fue rechazada (¡de taco!) por Scifo casi sobre la línea, en las más claras. Obviamente, los hombres de Alfaro hicieron méritos para alcanzar la igualdad, pero si hay algo en lo que ganó el QAC en estos días es en coraje, convicción y entrega en conjunto.

Y fue así, a pura entrega y con mucho corazón, resistió hasta el cierre para quedarse con tres puntos muy valiosos. No es poco, para un ciclo que lleva menos de dos semanas de vida y que ya ha dado muestras de una identidad y una idea para intentar salir del pozo en el que este grupo se había metido.