Destinado a no parar y a seguir dejando su marca. Así transita sus días futbolísticos este renovado Quilmes que, inclusive, se da el gusto de ganar en terrenos que hasta esta noche era inexpugnable. Después de varias batallas en el ascenso y de otros choques en la elite del fútbol nacional, el equipo se pudo dar el lujo de ganar en la cancha de Atlético de Rafaela. Pegando en el momento justo, sabiendo defenderse por varios ratos y aprovechando el alto nivel de Canelo, el Cervecero goleó y mantiene su racha positiva.

Una nueva prueba tenía enfrente este Quilmes. Porque venía de sufrir el golpe de quedar afuera de la Copa Argentina y con poco descanso entre un partido y otro, debía viajar nuevamente al interior del país para medirse con un adversario que venía en racha ascendente, ya que no había perdido en los últimos cuatro partidos. Y pese a que por momentos le costó, volvió a sacar a la luz algunas de sus características fundamentales, que lo mantienen en esta repuntada.

Intentó tener la pelota sin desesperarse, aunque en el primer tiempo le faltó fluidez y contacto con la misma, supo pegar en el momento justo para debilitar a un Rafaela que venía convencido a aprovechar cada ventaja que le dé la visita. En una jugada ¿preparada?, Bieler terminó definiendo contra un palo. El resto de esa mitad lo mostró más insistente a la Crema, pero careció de la profundidad necesaria para hacer realmente daño.

Lo mejor se vio en el tramo complementario. Con un Calello más suelto y confiado en la mitad del campo y con una delantera implacable, el QAC golpeó de nuevo hasta dejarlo groggy a Atlético, casi a punto de nocaut. Gran jugada colectiva para que Canelo defina ante la salida del arquero, mismo responsable de anotar el tercero con un sablazo desde media distancia, apenas un minuto después del tanto de Kruspzky, que sirvió para aplacar definitivamente a los dirigidos por Astrada.

Encima llegaría la falta a Callelo y una nueva anotación de penal de Bieler, para estirar una goleada que solo recibiría una manchita a diez del cierre, producto de un flojo despeje del Droopy Gómez primero y una pifia de Uglessich después, que finalizaría con el gol del ingresado Morales. De cualquier manera, a esa altura la historia ya estaba juzgada. El 7 de septiembre quedará en la memoria como la primera vez que Quilmes se fue triunfante de Rafaela. Otro pequeño hito más, para un equipo que mantiene su línea y sigue creciendo.