Uno de los puestos que más necesitaba cubrir Quilmes era el de arquero. Después de haberse quedado sin los tres protagonistas de la temporada pasada, el entrenador Marcelo Broggi se puede quedar un poco más tranquilo, ya que por estas horas cerró el vínculo con el primer golero. Se trata de César Rigamonti, arquero surgido en Belgrano pero con poco rodaje durante sus casi diez años de carrera. No será el único que se incorpore en ese puesto.

Desde que comenzó la pretemporada, fueron muchos los nombres de arqueros que sonaron para el QAC. Emanuel Trípodi, Alejandro Sánchez, Christian Limousin y Pablo Migliore fueron algunos de ellos. Pero finalmente, el primero en arreglar fue Rigamonti.

Nacido el 7 de abril de 1987, tuvo su debut deportivo en 2009 y en su club de origen, Belgrano de Córdoba, gracias a una expulsión de Juan Carlos Olave. Pero fue el propio arquero histórico cordobés quien no le permitió tener continuidad. Entonces en 2013 pasó a préstamo a Sportivo Belgrano. Más tarde recalaría en Banfield, donde no jugó ni un minuto, pero después llegaría una buena oportunidad en Sarmiento de Junín, club con el que más rodaje tuvo tuvo en Primera. El semestre pasado volvió a Belgrano, pero no fue tenido en cuenta.

Y ahora se le presentó la posibilidad de sumarse al Cervecero para pelear por un puesto como titular, ya que hasta ahora es el único jugador contratado en su posición. Su posible competidor y a quien buscan por estas horas, es Ezequiel Mastrolía, formado en las divisiones menores de San Lorenzo.