La desazón es grande porque se dejó todo y porque estuvo cerca de concretarse la página más importante del handball nacional. Pero no pudo ser. Los Gladiadores, tal como marca su apodo, lucharon hasta el final pero fueron superados 22 a 18 por Qatar, que se quedó con el último cupo disponible en el grupo para avanzar a los Cuartos de final. De esta manera, el conjunto de Leonardo Querín quedó fuera de competencia y termina un ciclo por demás exitoso.

La chance no era fácil pero Argentina salió convencida a jugarse el todo por el todo. Enfrente tuvo un seleccionado multinacional, integrado por dos montenegrinos, dos bosnios, un croata, un francés y un español. Todos nacionalizados por el poder de un país que se quedó con la sede del Mundial de 2015, donde terminaron en el segundo lugar.

Con el estadio en contra, Argentina perdía 3-0 en los primeros cinco minutos hasta que Federico Pizarro comenzó a hacerse fuerte en el ataque para convertir cuatro goles en los treinta minutos iniciales. Y luego de una tapada de Matías Schulz, Carou descontó con su media vuelta tradicional en el eje del semicírculo para el 2-3. Se necesitaba la zurda de Federico Vieyra y la soltó para el 3-5.

El seleccionado aprovechó una mala entrega qatarí y Pizarro castigó para el 4-6. Pero cada vez que intentaba, Qatar se despegaba con sus variantes y su poderío físico. Y así fue como quedó 8-4 abajo. Entonces llegó la remontada nacional: Vieyra, Pablo Simonet y Pizarro anotaron para quedar a un gol. Pero el cierre no fue bueno porque después de que Vaistein castigara para el 9-10, Qatar marcó un parcial de 3-0 a segundos del cierre.

Los goles comenzaron a negarse en el tramo complementario y todo se complicó aún más. La infernal rosca que sacó de la galera Pablo Simonet animó a los argentinos, pero Qatar volvió a ser certero de nuevo para estirar nuevamente la ventaja (21-16) y comenzar a definir la historia.

La clasificación a Cuartos rápidamente comenzó a transformarse en una quimera y el sueño no se hizo realidad. Fue el adiós al torneo olímpico. La bronca contenida por no haber podido entrar en la historia se disolverá cuando pase el tiempo y quede a la vista el crecimiento de un equipo que ha generado una revolución dentro del handball nacional en la última década.