Desde las colmadas tribunas del mítico Korakuen Hall Tokio Dome llovieron los abucheos. Así de controversial fue la decisión de los jueces que dieron ganador al local Hiromi Amada por sobre Mauro Herrera, N° 2 del ranking de la Shin Nihon KB Association. El japonés es una verdadera leyenda del kick boxing y, a pesar de haber sufrido tanto castigo que no podía caminar al finalizar el combate, recibió un insólito guiño de los jurados. El peleador de Ihara Dojo Argentina solicitó inmediatamente la revancha, una pelea que la World Kick Boxing Assosiation vería con buenos ojos dada la popularidad que el quilmeño ha ganado a puro KO dentro del circuito profesional.

El cruce entre Herrera y Amada fue considerado como el combate más importante y más difícil de la historia para un peleador sudamericano. Y no es para menos, el asiático, ex campeón de K1, ostenta una impresionante campaña de 102 peleas de boxeo y 69 de kick boxing. Sin embargo, cara a cara sobre el ring, las acciones siempre fueron a favor del King Kong Baby, quien fue claro ganador del pleito. En otro fallo polémico dentro de la misma velada, la también quilmeña Nadia Bronn Balbis (52 Kg) cayó por puntos ante Midori Kato. Decisiones que disgustaron al público y al equipo de los argentinos.

“No hay dudas de que ganamos las dos peleas, sin embargo, los jueces favorecieron a nuestros rivales japoneses, sobre todo a Amada, quien es uno de sus últimos grandes ídolos. Pero estamos preparados para ir por más, la organización, por solicitud de Mauro, ya esta negociando la revancha. El tiene todo lo que hay que tener para triunfar en Japón”, analizó Diego La Volpe, entrenador de ambos peleadores.