Habrá que esperar un par de semanas para saber qué valor tiene el punto conseguido por Quilmes esta tarde de domingo en Caballito. El elenco dirigido por Leo Lemos estaba obligado a ganar pero, fiel a su costumbre, sigue sumando de a uno y no termina de mejorar su posición en la tabla de promedios. Contó con chances cuando el partido estaba en cero, después debió levantarlo y sufrió bastante en el tramo final. Las derrotas de rivales directos lo siguen dejando con vida.

Otra tarde sufrida para el QAC. Que encima, se extendió más de la cuenta porque el partido sufrió casi una hora de demora por la falta de la autobomba y la inhabilitación provisoria para que la gente ingrese al estadio. Encima, ya venía con la ansiedad previa del resultado de Los Andes, que derrotó el sábado a Temperley en el clásico y dejó la vara mucho más alta para evitar el descenso de la categoría.

De cualquier manera, el equipo entendió lo que se estaba jugando y salió decidido al campo de juego. Al punto que en el primer cuarto de hora contó con dos ocasiones claras para convertir, ambas en los pies de Brando Obregón. La segunda, muy clara: un mano a mano que el mediocampista remató desviado. En la anterior, también fracasó con el disparo, ingresando de frente al área.

Con el correr de los minutos, el trámite se volvió más parejo, el local comenzó a tener más dominio del terreno y al Cervecero le costó tomar la pelota y ser tan profundo como en el comienzo. Pero el rendimiento se iría debilitando, al punto de mostrar su peor versión en el arranque del tramo complementario.

Fue a partir de ese instante que Ferro comenzó a ser más agresivo y, en una de las primeras ocasiones, no perdonó. Desborde por la izquierda, centro rasante que nadie pudo cortar y el ingreso en soledad de Bordacahar para anotar la ventaja. Se venía la noche para el visitante, pero inmediatamente tuvo respuestas en el ingreso de Tomás Blanco y una buena definición ante el achique de Blanco.

Quedaba bastante por delante pero, a pesar de intentarlo con los cambios, fue el Verdolaga el que estuvo más cerca. Por eso, volvió a erigirse como una de las figuras el arquero Marcos Ledesma tapando, entre otras, un tiro libre que casi se cuela en el ángulo superior izquierdo. La expulsión de Bellone le puso más picante, pero ya no habría tiempo para más.

El punto suma pero no termina de servir. Hay una materia que ya ha reprobado este equipo y es la de ganar encuentros. Solo sumando de a tres podrá hacer la diferencia y soñar con la salvación. Le quedan tres oportunidades más.