- ¿Cómo se inició este camino que culminó con un campeón mundial de Muay Thai en Japón?

- Con tan sólo 15 años y 90 kilos de peso, Ricardo Jopo Bravo ingresó a Ihara Dojo Argentina a comienzos de 2015. Empezó a entrenar como todos nuestros alumnos y en los primeros meses ya había bajado 20 kilos. Sobresalió desde el primer momento, no sólo por su técnica, si no también por su dedicación. Al poco tiempo ya formaba parte del equipo de Uchideshis.

- ¿Qué son los Uchideshis?

- Son estudiantes internos que se dedican solo al entrenamiento y al desarrollo diario del dojo. Ricardo no faltó ni un sólo día en el horario de 14 a 22 horas. Ese período fue perfectamente utilizado para aprender y desarrollar todas sus capacidades. No es lo mismo entrenar una hora, tres veces por semana, que hacerlo y vivir en el gimnasio de lunes a viernes ocho horas por día. Si me preguntás qué diferencia a un campeón de uno del montón, esta es mi respuesta.

- Y llegaron las competencias…

- Sí, siempre fue ganador, no solamente en los resultados si no también en su actitud. A finales de 2016 viajamos nuevamente a Japón por un combate entre Mauro Herrera (NdeR: Ihara Dojo Argentina, Número Uno en el Ranking Profesional Pesados en Japón) contra el campeón K-1 Hiromi Amada. A Jopo ya lo había visto pelear en Argentina el manager de la World Kick Boxing Association Japón, Yu Kawakubo, y decidimos hablar con Kaicho Ihara, su presidente y de la Shin Nihon Kickboxing Kyokai (Asociación Japonesa de Kick Boxing), por una posibilidad de ficharlo en el staff de peleadores profesionales.

- ¿Cómo siguió la historia?

- Nos presentamos en Ihara Dojo de Tokio y comenzó un entrenamiento intensivo de prueba. Volvimos a Argentina y desde allá se decidió darle una oportunidad a partir de 2017. Oportunidad que no dejó pasar, convirtiéndose un año más tarde en el Primer Campeón Japonés extranjero y, con 18 años, en el más joven de la Asociación Japonesa y, en 2021, en Campeón del Mundo de Muay Thai.

"Primero es el Espíritu del luchador, el "fuego eterno", sin eso no puedo ni empezar, luego viene la convicción, después la entrega y, por último, lo físico, lo técnico, lo estratégico y lo psicológico".

- ¿Ya desde el inicio le veías su potencial cuando comenzaste a entrenarlo?

- Lo primero que noté en Ricardo no fue su potencial físico o técnico si no lo que él tiene diferente: su Espíritu. Ese Espíritu que ya no abunda, que tiene que ver con el entrenamiento diario, el esfuerzo, el profesionalismo y la convicción. Eso lo diferencia y lo lleva siempre.

- ¿Cuánto creés que influye este título mundial para el desarrollo del Muay Thai y el Kick Boxing en Argentina?

- Este increíble gran logro sirve a nivel nacional para darnos cuenta que tenemos futuro internacional, pero también sirve para aclarar que todo es a base de esfuerzo y convicción. Nada es fácil, nadie regala nada y no hay víctimas o victimarios, solo esfuerzo.

- Ya antes de Bravo, en tu rol de entrenador, tuviste a tu cargo a varios campeones argentinos y sudaméricanos en ambas disciplinas, ¿cuáles destacarías cómo los aspectos más importantes en el trabajo de guiar a un peleador?

- Sí, mirando hacia atrás ya son 42 campeones argentinos, un tercer puesto en un Mundial en Japón, 2 campeones panamericanos y 3 campeones sudamericanos. Y, con Ricardo, un Campeón Japonés y un Campeón del Mundo. Todos impresionantes y muchos otros grandes también. Soy entrenador, pero también soy luchador y, durante tres décadas, nunca tuve ni un sólo día sin entrenar. Para mí hay varios aspectos importantes: el primero es el Espíritu del luchador, el "fuego eterno", sin eso no puedo ni empezar, luego viene la convicción, después la entrega y, por último, lo físico, lo técnico, lo estratégico y lo psicológico que se entrena todos los días. Toda esta combinación se transforma en una receta explosiva.

El formador

Si hay una palabra que define a Diego La Volpe es la de apasionado. Peleador de Kyokushinkai por más de dos décadas, obteniendo en tres oportunidades el título de Campeón Argentino y la Graduación de 5° Dan Internacional, se retiró en 2013 con el Tercer Puesto en el Mundial KWF en Japón. Es desde hace tiempo, también con esa misma pasión, entrenador de campeones de Muay Tahi y Kick Boxing, disciplinas en las que llevó a los peleadores argentinos al más alto nivel.

Diego González La Volpe en números:

5°Dan Internacional Kyokushinkai.

Campeón Argentino Kyokushinkai Karate 1998-1999-2000.

Campeón Argentino Kickboxing 1997-2002-2004.

100 Man Kumite (Prueba de los 100 combates) 2001.

3°Puesto Mundial Kyokushin World Federation en Japón 2013.

Presidente en Argentina de WKBA World Kick Boxing Association Japón.

Representante en Argentina IKO Kyokushinkaikan Sonoda Group Japón.

Presidente del Estadio WKBA-IHARA Dojo Argentina.

Autor de los libros "Kickboxing, Espíritu Samurai" (2018) y "Kickboxing en Japón" (2020).

Entrenador desde el año 1999 de:

42 Campeones Argentinos de Kyokushinkai Karate, Muay thai y Kickboxing Japonés.

1 Campeón del Mundo Profesional M-1 Muay Thai en Japón.

1 Campeón Japonés Profesional Shin Nihon Kickboxing Association en Japón.

1 N°1 en el Ranking Profesional Japonés Shin Nihon Kickboxing en Japón.

1 Retador al Título del Mundo WKBA en Japón.

1 N°3 en Mundial Kyokushin World Federation en Japón.

2 Campeones Panamericanos MuayThai IFMA.

3 Campeones Sudamericanos MuayThai IFMA.

116 Torneos Organizados desde el año 2000.

para la Asociación Japonesa