Gracias a un amigo que lo invitó a una palestra ubicada en un gimnasio quilmeño, Ignacio Errecarte, quien es instructor de gimnasia artística en el QAC, pudo dedicarse también a una vieja obsesión que lo venía persiguiendo desde sus años en el Profesorado: desafiar a la gravedad y abrazar a la escalada como deporte.

- ¿Cuáles son los primeros pasos a dar?

- Es un deporte de riesgo y hay que capacitarse para aprender los conocimientos básicos. Yo empecé con 25 años, cuando hice el curso con un guía de montaña en Tower, y por suerte avance rápido. A partir de 2001 salí a escalar mucho en roca por todas partes del país y en 2003 a competir.

- ¿Entrenás constantemente?

- Entreno durante todo el año en una palestra que me hice en casa, en Tower, en la pale de Berazategui y en La Plata, donde se encuentra una de las palestras más grandes del país: el Rocodromo. Voy rotando de lugar en lugar.

- ¿En qué consiste la rutina?

- Para dificultad o potencia, se marcan rutas en la pared con diferentes tamaños de agarres y hay que tratar de superarlas sin caídas. Para resistencia o rutas largas, se marcan con más movimientos que se basan en la fuerza. Se requiere mucha técnica y concentración: cuanto mejor puedas focalizar los movimientos y te anticipes a leer la ruta, vas a tener más éxito con menor esfuerzo.

- ¿Cuál es tu especialidad preferida?

- Las rutas largas, la clásica y en especial en la roca, donde uno experimenta la esencia de la escalada: naturaleza, aire libre, altura, montaña y paisajes. También me gustan el boulder y la escalada deportiva.

- ¿En qué categoría competís?

- La escalada se mide en grados según la escala francesa, del 5 al 9b+. Yo compito en la categoría mayor y lo máximo que alcancé fue un nivel de 7b+, el que voy a intentar subir. Es una categoría muy difícil en la que te enfrentás a profesionales de elite mundial.

- ¿Hay muchos torneos por año?

- Se disputan varios circuitos por todo el país y a fin de año se arma el ranking nacional. En Promocionales llegué a estar 14°, en Mayor no me fue muy bien, oscilando entre el 20 y 30. Sin embargo, la mayor satisfacción es cuando encadenas una ruta sin caerte, cualquiera sea el nivel.