Nacido para desarrollar las habilidades de los guerreros del belicoso reino de Siam, el Muay Thai es actualmente un símbolo nacional de Tailandia. Desde muy pequeños, los chicos practican esta disciplina que se ha convertido en un deporte espectáculo, comparable al fútbol en Argentina. Es la meca donde funcionan los mejores nakmuays (campos de entrenamiento) del mundo y, hacia esas lejanas tierras, partió el quilmeño Juan Manuel El Matador Esteban -uno de los luchadores de mayor proyección internacional del país- en busca de la perfección en esta dura y espiritual arte marcial.

No es la primera vez, sin embargo, que El Matador emprende un viaje de aprendizaje a través de la cuna del Muay Thai. Ya en 2007, había aprovechado su participación con la delegación argentina en el mundial que se disputó en aquel país asiático, para, una vez concluida la competencia, extender su visita por dos meses y medio, tiempo en el cual entrenó en varios campos y realizó tres peleas profesionales contra experimentados luchadores locales.

En esta ocasión, sus ansias de conocimiento, lo llevaron hasta Bangkok, ciudad en la que se encuentra el mítico estadio Lumpini, sede de los más importantes combates de esta disciplina. En su estadía en la capital presenció algunas de esas peleas y, el 22 de enero, partió hacía el Pattaya Kombat Village (PKV), ubicado a 150 kilómetros al sur, sobre el Golfo de Siam.

Los que arriban al PKV duermen, comen y entrenan de forma exhaustiva allí mismo. En el caso de Esteban, además, al ver su nivel le ofrecieron una pelea profesional contra un tailandés, al que venció por puntos. La siguiente escala de esta travesía, que se encuentra realizando sin compañía, fue Sankampaeng, en el norte del país, cerca de la ciudad de Chiang Mai. Allí, continúa entrenando en un campo en el que, a diferencia del anterior, no hay otros extranjeros.