Pasan las semanas y las fechas y la historia sigue repitiéndose. Este Quilmes versión 2008/09 carece de identidad futbolística y lo termina pagando dentro de la cancha. Esta vez fue Atlético Tucumán el que lo venció en el Centenario, solamente sabiendo defender una conquista que había sacado en el arranque mismo del juego. Preocupante actuación de los de Pascutti, que siguen lejos de mostrar un nivel acorde a un candidato al titulo. La gente lo despidió con silbidos.

La expectativa tras la heroica travesía por Comodoro, había crecido. Era una nueva oportunidad para el Cervecero, de empezar a revertir un comienzo de campeonato turbulento. Pero además, era una buena chance de aprovechar el envión anímico y trasladarlo al campo de juego en hechos concretos.

Nada de eso sucedió. Enseguida se vio sorprendido por un rival, que supo aprovechar cada uno de los regalos recibidos. En este caso, tras una peinada hacia atrás del paraguayo Vidal Sosa, que sirvió para habilitar a Sarría y solo en el punto del penal fusiló a Pontiroli.

El rápido cambio en el marcador, obligó aun más al local, que presionado por las necesidades, siempre equivocó los caminos hacia el arco contrario. La sociedad Olivares-Giampietri nunca funcionó y la única forma en que terminó llevando algo de zozobra sobre el arco de Inschuk, fue a través de corajeadas individuales.

En el segundo la apuesta del DT cervecero tuvo el nombre de Diego García (¿para que le volvieron a dar una chance a Alemanno, si solo pudo jugar 45 minutos?). Pero la energía del "Gurí", le hizo equivocar siempre el destino final de la jugada y generando más confusión ofensiva.

Ya con Marclay en cancha, Quilmes estaba jugado, cuando llegó un nuevo "regalo": Luís Rodríguez remató desde afuera del área y la pelota terminó venciéndole las manos a Pontiroli de manera increíble, ya que parecía un disparo evitable.

De ahí y hasta el final, solo hubo lugar para el descuento en el tanteador y para que los tucumanos tuvieran que sufrir un poco más para quedarse con los tres puntos.

Con el pitazo de Alejandro Castro, llegó la reprobación total de un estadio que dijo basta por primera vez en la temporada. Es que, Quilmes sumó su tercera derrota como local y hoy se encuentra ubicado por debajo de la mitad de la tabla de posiciones. Un panorama demasiado pobre para un conjunto que al arrancar la competencia, soñaba con pelear bien arriba.

Síntesis

Quilmes (1): Pontiroli; Fassi 5 (PT 32’ González Bordón), Tucker, Vidal Sosa; Olivares, Aparicio, Kalinsky, Almada 5 (ST 17’ Marclay); Giampietri; Alemanno 4 (ST 0’ Diego García) y Juan José Morales. DT: Alberto Pascuti. Suplentes: Giordano, Jorge Medina, Sebastián Luna y Martín Michel.

Atlético Tucumán (2): Ischuk; Montiglio (ST 4’ Bressan), Diego Reynoso, Azconzábal, Dematei; Nicolás Castro, Martín Granero, Musto; Sarría (ST 38’ Longo); Luís Rodríguez y Leopoldo Gutiérrez (ST 28’ Lujambio). DT: Héctor Rivoira. Suplentes: José Valdivieso, Mauricio Verón, Erroz y Juan Pablo Pereyra.

Goles: PT 4’ Sarría (AT), ST 31’ Rodríguez (AT) y ST 36’ Marclay (Q).

Amonestados: Vidal Sosa (Q); Dematei, Musto, Castro y Gutiérrez (AT).

Arbitro: Alejandro Castro.

Asistentes: Pablo Frezzoti y Marcelo Habib.

Estadio: Centenario.