Por Leonardo Testa

Intratable como nunca, Abel Encinas fue el gran responsable del estupendo triunfo logrado por Quilmes A. Con cuatro goles de su factura, el elenco cervecero se dio el lujo de despacharse con una tremenda goleada ante BaNaDe, ganando un encuentro duro y que fue de palo y palo en casi todo su trámite. Con esta victoria, quedó como único escolta del campeonato, a solo tres puntos del líder Mitre.

Ambos equipos buscaban un triunfo que los mantenga entre los punteros del Metro. Por este motivo, salieron en búsqueda del arco rival. La primera situación de gol fue para el QAC. A los dos minutos, obtuvo su primer corto: luego del disparo de Gabriel Encinas, la bocha quedó en el arco, el arquero Julio Tolini tuvo una gran ataja ante un nuevo remate, pero el rebote fue capturado por Guillermo Muir, quien de media vuelta marcó el primer gol del encuentro.

La visita presionaba con sus delanteros y sus volantes, de esa forma recuperaban varias bochas y tenían la posibilidad de contraatacar, pero la falta de puntería no le permitía empatar el partido. Pero a los 17 minutos, tras un error defensivo, Alejo Guada encontró la bocha en el área cervecera y con un fuerte fierrazo decretó la transitoria igualdad.

BaNaDe comenzó a tener el control de la bocha, el partido empezaba a jugarse cerca del arco de Leandro Zenatto. En ese momento, el conjunto dirigido por Mariano Ronconi apostaba al contraataque con la velocidad de Willy Muir, la habilidad de Juan Saladino y la potencia goleadora de Abel Encinas. Y así, volvió a acumular corner cortos a su favor. A los 28, Chicho Encinas de arrastrada, en el cuarto fijo a favor, adelantó de nuevo a local en el marcador.

Inmediatamente, el goleador tuvo la posibilidad de volver anotar su nombre en el tanteador, sin embargo, en el mano a mano triunfó el arquero Tolini. Y encima, en la última jugada de la primera mitad, Quilmes volvió a tener una distracción en defensa y la visita lo aprovechó a través de un potente remate de Agustín Alende, para volver a dejar todo como al principio.

En la segunda mitad, BaNaDe salió decidido en busca de un gol que le permitiera conseguir su segundo triunfo de visitante. Por ese motivo, en la primera jugada un desborde por el sector derecho, terminó en un centro al corazón del área para Pablo Urio, quien se anticipó a su marcador y convirtió el tercer gol de su equipo.

Pero la ventaja no le duro mucho. El Cervecero no quería perder el invicto de local, y a los 7 minutos, tras una serie de rebotes, el jugador de la selección Marcos Tubio, marcó el 3 a 3.

El partido estuvo parado dos minutos, producto de las reiteradas protestas desde los bancos de suplentes. La tensión aumentaba y afectaba a los jugadores, quienes comenzaban a dejar el palo en algunas jugadas puntuales. La visita reclamaba que Muir y Abel Encinas tenían la camiseta con el mismo número, sin embargo no apreciaban la cinta improvisada que marcaba que Chicho era el 91 y no el número 9. Quilmes utilizó este recurso por falta de camisetas.

En el primer corto a su favor, los de zona norte volvieron a pasar al frente, ya que el disparo de arrastrada Agustín Pessolano se desvió en la defensa local y descolocó a Zenatto. A esa altura, el conjunto de Martínez aprovechaba todos los errores que le brindaba el QAC…hasta que volvió a afinar la puntería en los cortos y en el sexto fijo, Gabriel Encinas igualaba por cuarta vez el juego.

A partir de ahí, el local tomó la iniciativa, presionó la salida de su rival, recuperó rápidamente la bocha e hizo repetitivos sus ataques. A los 25 minutos, y en inferioridad numérica, el Cervecero rotó la bocha con pases cortos por todas las líneas de ataque, hasta que esta le quedó a Abel Encinas, que con una magnifica definición la puso en el ángulo derecho del arco que daba a la avenida Cervantes.

A esa altura, Chicho estaba intratable y todo lo que tocaba terminaba en la red. A tal punto que, dos minutos más tarde, desde la defensa cervecera ejecutaron un flick, éste bajó la bocha, esquivó al arquero y puso el 6-4.

A falta de cuatro minutos para que finalice el encuentro, Abel cerraría su tarde soñaba en el Anexo, marcando su cuarto gol personal, tras una magnifica jugada de Saladino, quien lo dejó enfrente del arco para que defina.