No brilló como en otros cotejos, pero con el nivel mostrado le alcanzó a Unión Ezpeleta para golear y, de esta forma, seguir en carrera en el torneo. Sin haber tenido que hacer demasiado esfuerzo, el conjunto dirigido por Adrián Fernández se sacó de encima a Platense por un cómodo 5 a 0 en el marcador. Tras la derrota ante el líder y después de haber tenido fecha libre, el equipo se recuperó y vuelve a dar pelea en las principales posiciones de la tabla.

La primera mitad del partido encontró a un Unión muy frío e impreciso, que tenía el balón pero le costaba concretar en el arco contrario. Recién promediando la etapa se despertó de la modorra con un disparo cruzado de Hernán Ricotta que se estrelló en el palo. A partir de eso, el conjunto del Sur empezó a darse cuenta que con un poco de atrevimiento podía complicar al rival, y así fue que faltando cuatro minutos para el final Carlos Pacin puso en ventaja a los de Ezpeleta.

Si bien el resultado no estaba mal, el Unión necesitaba algún gol más para irse al descanso tranquilo, y quien lograría sacar diferencia sería el gran goleador que tiene el equipo: faltando cuarenta segundos, Ricotta marcó el segundo tanto, el que trajo tranquilidad. Pero la historia no terminó ahí, y aprovechando un momento de distracción del Calamar, otra vez el temible Ricotta aprovechó para gritar de nuevo, cuando solo quedaban diez segundos en el reloj.

En el segundo tiempo, el conjunto de Fernández fue moviendo la pelota y trabajando los minutos, con la tranquilidad del resultado y sin sentir la presión de parte del rival. A los cuatro minutos, Marcelo Pace anotó el cuarto tanto, ante un conjunto de Saavedra que se había adelantado mucho en el campo, jugando con su arquero en la mitad del campo, en una forma desesperada de buscar el descuento.

Esa actitud de parte de la visita, lo único que hizo fue favorecer a Ricotta, que encontró un rebote fuera del área local y con una sutileza la colocó por arriba del arquero, decorando definitivamente el marcador. Todavía quedaba por delante la mitad de la etapa, pero a esa altura todo estaba definido. Con su solidez defensiva y su contundencia le había alcanzado para sacarse de encima a un rival inferior.