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No se baja de la pelea. A pesar de venir de atrás, Quilmes se da el gusto de seguir metiéndoles presión a los punteros y llegará a la jornada definitoria del torneo con la posibilidad de jugarse una chance de ascenso. ¿Cómo alcanzó esta oportunidad? A partir de una tremenda goleada a un pobretón Gimnasia de Jujuy, que se desdibujo a partir de la técnica, la conducción y un verdadero golazo para abrir el marcador de Miguel Caneo, la figura que tuvo el partido. En una semana define su historia en Madryn.

El Centenario vivió una tarde llena de emociones. Sabiendo de la gran campaña que viene realizando el equipo, la gente se dio cita en buen número, con la expectativa de otra buena actuación del QAC. Y no solamente se les cumplió el pedido, sino que además esta llegó con triunfo y goleada incluida y la posibilidad de seguir estando a tiro de los puestos de ascenso directo en la tabla.

Se sabía que el Lobo jujeño no era el rival a la medida de este Quilmes. Y si bien en el cuarto de hora inicial del juego la historia fue bastante pareja, cada vez que Caneo tocaba la pelota, el local podía hacer la diferencia. Y la hizo: fue unos minutos más tarde cuando el capitán del Cervecero clavó en el ángulo un tremendo latigazo que consolidaría su idea de juego y desinflaría al rival.

Con un andar tranquilo, por momentos cansino, los dirigidos por De Felippe se dieron el lujo de no desesperarse demasiado y, aunque Gimnasia no lo apretó en ningún momento, se permitió entregar la pelota y esperar hasta el arranque del segundo tiempo para convertir el segundo tanto. Otra vez una gran definición, en este caso, desde el pie de Claudio Corvalán y otro balón que se incrustaba en el ángulo superior izquierdo del arquero Cavalloti.

Pese a los cambios del banco visitante y alguna situación esporádica fallada, fue cuestión de apretar un poco el acelerador para que el QAC estirara la ventaja y sentenciara las cosas, primero con la cabeza de Rescaldani y después con un remate seco del Chirola Romero. A esa altura, River ya estaba perdiendo en Santa Fe, por lo tanto el estadio era una verdadera fiesta.

Ahora resta esperar por el resultado de Central y empezar a programar una semana que tendrá muchos condimentos. Es cierto que sigue siendo muy fuerte la posibilidad que el equipo tenga que disputar la Promoción (por eso, el cuerpo técnico le pidió a Leandro Díaz que se haga sacar la quinta amarilla), pero las matemáticas dicen que todavía hay una luz de esperanza para luchar por el ascenso directo. Por eso, el equipo irá con lo mejor que tenga a mano a Puerto Madryn. El resto, quedará en manos del destino.