Unión Ezpeleta empató 3 a 3 en su cancha frente a Hurlingham. De nuevo el equipo dirigido por Marcelo Calahonra disputó un gran partido, sin embargo no pudo ganar y por poco no sufrió una derrota. En frente tuvo un equipo de impecable orden defensivo y de mucha contundencia en ataque. Por eso, a pesar de haber dominado con claridad en algunas partes del partido, apenas pudo terminar empatando sobre la hora. Así se le cortó la racha de victorias consecutivas.

Una gran cantidad de público (250 personas, aproximadamente) presenció un partido de vibrante en el Coloso de Ezpeleta. De todos modos, su desarrollo fue muy trabado en mitad de cancha. Igual, tuvo tramos cambiantes en los que un equipo llegó a poner contra las cuerdas y viceversa. Aunque, en general, las acciones fueron parejas.

Al comienzo de la primera mitad, Unión fue quién llevó las riendas del juego. Movió mucho el balón por el suelo, tuvo una rotación constante y explotó por las bandas la velocidad y habilidad de sus alas. Por su parte, los del oeste del Gran Buenos Aires fueron más pacientes. Se cerraron muy bien atrás, escalonando de una manera muy ordenada las marcas, pero en ataque no pudieron producir más que algunas llegadas aisladas, sin mucho peligro para el arco defendido por Pablo Penovi.

Como los espacios se acortaron para los dos conjuntos, la lucha en el centro del campo por la posesión del balón, trajo muchas faltas. Ambos llegaron a la quinta mucho antes del cierre. Sin embargo, ninguno llegó a tener la posibilidad del doble penal. El gol recién llegó a dos minutos del final, cuando Joni Castillo pudo vencer la resistencia del arquero visitante con remate cruzado al ángulo. Pero, faltando sólo un segundo para el cierre de la etapa, la visita se encontró con el empate, casi de carambola, en una jugada de varios rebotes, luego de una tapada del arquero.

En el inicio de la segunda mitad, el local no se achicó después de que le empataran y siguió llevando mucho peligro al arco rival. A pesar de que cada vez le costaba más crear situaciones claras, un remate lejano de Carlos Pacín, que tuvo la complicidad del arquero, significó el segundo tanto.

Con la ventaja en el marcador, los de Ezpeleta mantuvieron el control del partido sólo por unos minutos. A los doce, la visita empató después de una buena jugada colectiva. Y de ahí en adelante, avasalló con todo al arco local. Faltando cinco minutos para el cierre, Hurlingham marcó el tercero con una clásica definición sobre el segundo palo.

Con la desventaja y contra reloj, Penovi se sumó como uno más al ataque. No obstante, lo mejor del arquero en esa faceta se vio a dos minutos del final. Ahí, levantó la pelota con las manos dentro del área, armó la contra en la que juntó todos los jugadores locales a la altura de la sexta falta y le sirvió el gol en bandeja a Marcelo Pace, que sólo tuvo que definir.

Los minutos finales fueron palo a palo. Ambos conjuntos intentaron quedarse con los tres puntos. Faltando 20 segundos, la visita sufrió una expulsión. Unión jugó la pelota parada con sus cinco jugadores en el campo rival. Sin embargo, la inalterable defensa, que Hurlingham mantuvo todo el partido, no falló en inferioridad numérica. Es más, al recuperar la posesión rápidamente estuvo cerca de ganarlo, con un tiro de emboquillada de mitad de cancha. Pero para suerte de los locales, la pelota se fue afuera.

El próximo domingo, Unión volverá a ser local ante Los Andes. De esta manera, el equipo dirigido por Pichi Calahonra intentará volver a la victoria, al enfrentar al último del torneo, para no alejarse de la zona de clasificación a los Playoffs.