La derrota llegó en el momento menos esperado, pero sirve para empezar a corregir errores. Quilmes no jugó un buen partido y terminó cayendo derrotado por primera vez en el campeonato en su cancha y ante el irregular Argentinos. Después de una muy floja etapa inicial, los dirigidos por Omar De Felippe habían mejorado su andar con actitud en el tramo final, pero dejaron pasar su momento y, por un error de Emanuel Trípodi, le terminó sirviendo en bandeja los tres puntos a su rival. Una caída que permite replantear el andar futbolístico del equipo, cuando todavía queda mucha competencia por delante.

Después de tan buen arranque, principalmente en el costado numérico, se permitía creer con un Cervecero que podía seguir prendido de las principales posiciones del torneo de Primera División. Pero el equipo otra vez volvió a mostrar un rendimiento opaco, que regaló el primer tiempo como local (al igual que ante Unión) y que apenas mejoró un rato, en el inicio del tramo complementario, más por un cambio de actitud que por la futbolística que mostraba dentro del campo.

Argentinos tampoco hizo tanto. Se animó un poco en el arranque, intentó manejar la pelota y ser profundo gracias a la capacidad para encarar a los defensores de Marcos Figueroa y a las velocidad de Leandro Barrera por el costado izquierdo. Pero apenas si remató un par de veces al arco y en la única clara, justamente el propio Figueroa no pudo rematar al gol un centro cruzado.

En ese rato, los dirigidos por De Felippe tampoco hacían tanto. Con Caneo y Cauteruccio, sus principales armas ofensivas, bastante apagados, apenas sacudió la modorra general con un cabezazo de Chirola Romero, que Ojeda sacó hacia un costado. Pero el equipo mejoró en el tramo complementario. Salió de la tibieza, se propuso ser protagonista del duelo y con más ganas que ideas, se llevó por delante a su adversario. Y en apenas un cuarto de hora, terminó generando más situaciones de gol que en los anteriores cuarenta y cinco minutos. Pero dejó pasar su momento…

Entonces le volvió a dar crédito a los de L Paternal, que mejoraron sutilmente con la entrada de Oberman y porque aprovecharon un error rival. Atento estuvo Barrera, que minutos después de pifiar un mano a mano tras un veloz contraataque, se encontró con un regalo de Trípodi y mandó el balón a la red.

Y en un partido tan parejo, en el que el que hacía el gol ganaba, al QAC se le nublaron las poquitas ideas que le quedaban a partir de ese instante. Y encima, se terminó de enfriar ante el parate de varios minutos que sufrió el partido (algunos hinchas tiraron objetos al campo de juego, cuando Núñez quería patear un corner). El regreso de Telechea después de seis meses y el resto de los cambios no alteraron el camino al que ya se encaminaba el juego.

Todo finalizó con derrota. La primera en el campeonato y la tercera en el ciclo De Felippe, que cortó con un invicto de doce partidos. Y aunque fue inesperada, llega con el tiempo necesario para seguir trabajando en busca de corregir errores. Además, quizás permita mantener los pies sobre la tierra y no confundir el verdadero objetivo.