Integrante desde 2006 de la Escuela Municipal de Softball y al frente de ella desde el año pasado, Jorge Roberts, junto a su equipo de trabajo, ha logrado con su pasión por esta disciplina, no solo incrementar el número de jugadores, sino también que los equipos quilmeños hayan alcanzado un nivel competitivo. En charla con DQ, el coordinador de esta área explica la actualidad de un deporte que, sin raíces profundas en el distrito, no para de crecer.

- ¿Cuándo comenzó la escuela municipal de Softball?

- La Escuela Municipal de Softbol la fundaron Sergio Sabella y Sergio Pomares en 1997. En 2001 tuvieron que viajar como tantos argentinos en busca de nuevos horizontes y en su lugar llegó David Fernández, quien estuvo hasta el año pasado cuando tuvo que dejar su cargo. Actualmente colabora incansablemente conmigo y sin él no seria posible lo logrado hasta el momento.

- A pesar de no ser un deporte tradicional en la zona, han tenido muy buena aceptación ¿con cuántos jugadores y categorías cuentan actualmente?

- Es verdad, no es un deporte muy popular, pero este año explotó el trabajo que venimos realizando desde hace tiempo y logramos formar Primera División con 25 jugadores, Menores con 13 jugadores, Cadetes con 15 jugadores y Juveniles con 15 jugadores. Es arduo porque no había mucho compromiso de los chicos, pero pudimos darle una vuelta de tuerca gracias al apoyo de Raúl Molnar (NdeR: Subsecretario de Deportes) y Nicolás Mellino (NdeR: Director de Planeamiento Deportivo), quienes nos brindaron todos los recursos necesarios como la nueva cancha, los materiales, los uniformes y el transporte para ir a los torneos.

- ¿Cuesta hacer que los chicos se enganchen a practicarlo?

- Sí claro, el fútbol nos lleva amplia ventaja a la hora de la elección en un chico. A eso sumale que en estos tiempos Internet y las consolas de juegos incrementaron el sedentarismo y el desinterés por la practica deportiva en general. Sin embargo, poco a poco, volvimos a instalar la curiosidad por descubrir un nuevo deporte para ellos. El softball es divertido y dinámico y, junto a nuestra pasión por enseñarlo, es una combinación perfecta para motivar al jugador que se inicia.

- Disputan los torneos de la Asociación de Softball de Buenos Aires (ASBA) ¿Cómo les está yendo?

- Desde el 2006, cuando se disolvió el equipo, Quilmes no disputaba ninguna competencia de Primera División. En nuestro regreso en el Apertura logramos entrar en los playoffs, obteniendo un lugar entre los mejores cuatro equipos de la temporada. Por el lado de los menores, recientemente comenzaron a participar en el torneo organizado por ASBA Menores En Acción, también con sorprendentes resultados. Esto permite que los chicos se comprometan aún más con el softbol quilmeño.

- ¿Cuánto les falta para estar a la altura de los rivales más fuertes del torneo?

- Calculo que a este paso, el año que viene estaremos alcanzando el nivel que tiene la liga. Crecemos partido a partido, en los entrenamientos dejamos todo y, además, me está ayudando de forma voluntaria David Fernández, quien lleva 26 años jugando este deporte. Pilar Softbol y Morón son los que marcan el camino y lideran las tendencias en los campeonatos.

- Además, tienen muy buen andar en Los Juegos BA...

- Estamos muy bien, hemos podido clasificar a dos (Menores y Juveniles) de los tres equipos que presentamos este año. Por su parte, los Cadetes saben que siempre el softbol da revancha y ya están pensando en la próxima edición.

- ¿Cuál es la relevancia de este tipo de torneo para los chicos?

- ¡Es importantísimo! Es el certamen en que todos los chicos comienzan a interesarse en el softball. Como les cuento a mis alumnos, yo comencé a jugarlo en el 93 cuando participamos con mis compañeros de secundaria en los Torneos Bonaerenses, viajamos a Mar del Plata, e hice amigos de por vida con quienes compartimos la misma pasión.

- ¿Cuáles son tus expectativas a futuro como coordinador de la disciplina?

- Muchas. Soy muy ambicioso a nivel deportivo. En primer lugar, quiero formar equipos de categorías menores que serán el futuro nuestro y garanticen la perpetuidad del softball quilmeño. Ellos son nuestra esperanza. A nivel de Primera Division, nuestra meta es hacer un buen papel en el Clausura y en febrero viajar a la Ciudad de Paraná, Entre Ríos, donde se realiza el Torneo Argentino de Clubes, el mas importante del País.