Por fin se terminó el semestre para Quilmes. Más allá que el arranque del campeonato permitía imaginar un desarrollo distinto de la historia, lo cierto es que el equipo llegó a este tramo final dejando sus versiones más pobres del año. En su última presentación, apenas pudo sacar un empate ante Godoy Cruz, otro conjunto de muy pobre presente y al que no despertó ni el debut de Palermo en el banco de suplentes. Los pocos puntos sumados obligarán a redoblar la apuesta e intentar incorporar si o si los dos refuerzos que permite el reglamento.

Desaprovecharon una posibilidad para recuperarse de su pobre andar. En Mendoza, el Cervecero y el Tambero hicieron un muy pobre partido de futbol, al punto de casi no contar con situaciones de peligro. Jugaron gran parte del mismo a un ritmo cansino, dividieron errores y dejaron a la vista de todos porque están en la parte baja de la tabla de posiciones.

Dentro de noventa minutos tediosos, l primera parte fue la más pobre de las dos. Apenas vale rescatar una combinación por el medio de los locales, que dejó a Obolo mano a mano con Trípodi, pero el uno cervecero intervino rápido y desvirtuó la acción. A eso, hay que sumare un cabezazo desviado de Diz que se fue desviado y la muy poca intención de ambos conjuntos de intentar quemar las naves.

En el tramo final, por momentos hubo cambios de ritmo, pero los errores no desaparecieron y cualquier intención sería terminó en la nada. Por eso, era claro que el partido iba a terminar sin goles y con dos equipos frustrados por no haber podido cortar sus malas rachas.

Por el lado de Quilmes, el punto que corta la racha de tres derrotas en cadena no tapa su muy mal cierre de campeonato y agrava la mirada de este equipo de cara a futuro. Con apenas 18 unidades en la misma cantidad de partidos, el QAC tendrá que ir por una campaña superadora en el segundo semestre, sabiendo que si no mejora bastante su producción, difícilmente pueda mantenerse en Primera.

Para el entrenador “es mejor irse de vacaciones y no jugar la fecha final ante Tigre”, según comentó ni bien finalizó el último partido. Una síntesis clara del presente de su elenco: si tuviera que seguir participando del certamen, difícilmente pudiera ganar un partido. Pero De Felippe tendrá que hacerle frente a la situación y demostrar que tiene con que para seguir en el cargo. El primer objetivo partir de ahora deberá ser recuperar anímica y futbolísticamente en el fondo del mar y traer dos refuerzos que le den un mínimo salto de categoría al muy corto plantel actual.