Facundo Chuky Ferreyra volvió a meterse en su camino, para desgracia de Quilmes. Al igual que en la rueda pasada, el ex delantero de Banfield amargó el buen andar que venía mostrando el Cervecero y con dos goles, permitió que su equipo retornara a la victoria después de diez jornadas. Par los dirigidos por Omar De Felippe fue un viernes negro: dejó pasar una buena posibilidad de acercarse a la salvación, se complicó en la tabla de los promedios y perdió dos futbolistas más por lesión: Quilez, que apenas pudo estar unos segundos en cancha, y Caneo. Ambos pueden llegar a perderse el resto de la temporada.

Seguramente, será una noche para olvidar lo más pronto posible. Es que, de golpe el QAC volvió a meterse de lleno en la pelea seria por mantener la categoría, cuando parecía ser el conjunto que mejor parado había quedado parado de cara al final de la temporada, entre ellos que buscan no ocupar la última posición de la zona roja.

Pero claro, su paso por Liniers tuvo tantas vicisitudes que le costó sortearlas a todas. Al minuto ya había perdido a un futbolista por lesión: Ismael Quilez chocó con Trípodi y el lateral derecho debió dejar la cancha muy dolorido. Al cierre del encuentro se conoció que sufrió una distensión del ligamento lateral interno de la rodilla derecha, por lo que seguramente se perderá el resto de la temporada.

Pese a que el equipo se repuso del golpe y del corrimiento posicional (Garnier terminó jugando en el lateral, tras el ingreso de Matías Morales), mostrándose más activo y con más confianza con la pelota que su rival. Por eso, las primeras aproximaciones fueron suyas. Hasta que pagaría con otro golpe duro, en la primera equivocación defensiva: nadie marcó en segunda instancia a Ferreyra, luego de un centro pasado que volvió al medio, y el goleador marcó el tanto de cabeza.

Más allá de ese sacudón, el cierre del tramo inicial siguió siendo parejo, con la sensación que el empate hubiera sido lo más justo. Es más, el Cervecero también tuvo un cabezazo a su favor, pero que en este caso impulsado por Moralito pegó en el travesaño. El sueño de la remontada seguiría en pie, pero no por mucho…

Es que, en el tramo final la historia fue distinta. Los nervios se apoderaron de un conjunto visitante que lentamente le fue cediendo protagonismo a Vélez, al punto que este por primera vez pudo comandar las acciones. Y encima, volvió a equivocarse, facilitándole las posibilidades a su adversario: Lema no cerró bien, Trípodi se mandó un macanón al errarle en el despeje a la pelota, entregándole la pelota al goleador, para empezar a liquidar la historia.

Al QAC le costó poder entrar en clima nuevamente, y encima vio cómo su emblema, Miguel Caneo, cayó mal en una jugada y tuvo que dejar la cancha con una luxación en el codo derecho, que tampoco le da muchas chances de poder ser tenido en cuenta en lo que resta del semestre.

Los de Liniers podrían haber ampliado la cuenta, pero la alegría ya estaba instalada, a partir de poder cortar la racha negra que venía acosando al equipo desde hace diez fechas. En cambio, a Quilmes le retornó la preocupación y la necesidad imperiosa de empezar a hacer cuentas. Rogando por un finde donde los resultados le den una mano y por una reacción positiva que llegue lo más pronto y vuelva a encaminar un andar que quedó medio torcido después de la fresca noche de Liniers.