Sólo siete vueltas separaron a Luciano Trebbiani de lo que hubiese significado su mejor trabajo desde que forma parte de la Clase Tres del Turismo Pista. El piloto quilmeño venía desarrollando un excelente trabajo en la competencia final, manteniéndose entre los principales protagonistas e ilusionándose con terminar formando parte del podio, pero el motor jugó una mala pasada y lo dejó con las manos vacías, pero con la gran sensación de saber que el intenso trabajo y la experiencia acumulada está dando sus frutos.

“El auto está muy firme y aprendí mucho más de lo que esperaba en tan pocas carreras, estoy sorprendido, no pensé en estar entre los diez tan rápido pero me pone contento poder hacerlo. Una lástima la rotura del motor pero el balance es altamente positivo por lo ocurrido en Concordia y por lo realizado hasta ese momento”, afirmó Luciano.

Si bien será otro escenario, Trebbiani se encuentra nuevamente frente a un autódromo desconocido, pese a haberlo visitado acompañando a su hermano dentro del Turismo Carretera y haberlo recorrido a pie. Además, ya ha observado algunas cámaras a bordo y sacó las primeras conclusiones de cara al compromiso que se avecina en Junín.

“Es un trazado muy lindo y rápido, va a estar divertido para manejar y puede salir una linda carrera. Sé que cuento con una gran herramienta y llegó con la mente puesta en seguir aprendiendo, tal como lo hice en Concordia, donde estuvimos cerca de confirmar esos progresos logrados. Hay que sumar experiencia y seguir tranquilo, yendo de menor a mayor y con la certeza que los resultados llegarán solos”, indicó el piloto que conduce el VW Gol Nº 69 que es atendido por su propia estructura junto a su padre y con motores de Marcelo Gómez.