¡Por fin el Mate pudo cantar victoria! Después de cuatro derrotas consecutivas, de haber quedado último en la tabla de posiciones y en la de los promedios, Argentino de Quilmes se dio el gusto de celebrar tres puntos que le permiten recuperar un poco de esperanza de cara al futuro. Igual tuvo que sufrir mucho durante su visita a Zarate: en un compromiso muy accidentado, en la que terminaron con nueve jugadores por lado, le dio vuelta el encuentro sobre la hora a Defensores Unidos para darse un gusto enorme en un omento crítico de la temporada.

Caducaron las malas. Por lo menos, por una jornada el conjunto de la Barranca se va a permitir los festejos. Es que, el grupo venía muy vapuleado, la gente ya vivía el regreso por la categoría como algo de paso y las esperanzas comenzaban a tambalear. Pero cuando menos se lo esperaba, ante un rival siempre complicado que volvía a jugar en su cancha y que tenía el encuentro ganado hasta faltando menos de diez minutos para el cierre del encuentro, el equipo mostró su corazón y sus ganas, para revertir la historia.

Y eso que, como era ya casi habitual, otra vez se le había puesto muy cuesta arriba la historia al conjunto dirigido por Oscar Santángelo. Porque terminaría el primer tiempo uno a cero abajo en el tanteador, producto del gol de Martín Gimenez a los 42 minutos y con dos jugadores menos en la cancha, ya que Matías Correa a los 8 y Ever Molina Ríos a los 41 vieron la roja. El local también se había quedado con uno menos: Fernando Smargiassi (también a los ocho minutos).

Encima, a los 14 minutos de la parte final, Matías Polack en contra sacaría más diferencia para el local. Parecía historia juzgada, pero…con una aparición goleadora como en los viejos tiempos de Diego Leguiza a los 28 minutos comenzó la recuperación del Mate. Desde unos minutos antes, el CADU también jugaba con nueve futbolistas, por la expulsión del experimentado Carlos Madeo.

Pero lo mejor llegaría sobre el final. A falta de nueve minutos, Ramón Borda decretaría el empate, cuando el trámite ya era muy parejo. Y si bien, todo indicaba que el local iría con todo para adelante a partir de ese tanto, fue Argentino quien se encontró con una posibilidad en el descuento y, de nuevo a través de Leguiza, señaló el tercer gol. El que desató la euforia contenida.

Sin dudas, un buen impulso para volver a creer e imaginar que un futuro mejor es posible. Al menos, ya se dio el primer paso.