Después de la inesperada caída ante un adversario directo en su cancha, Argentino de Quilmes debía volver a ponerse de pie en el certamen. Y para lograrlo, tomó una postura muy clara en Ensenada: frente a un conjunto complicado y de fuste como Cambaceres, los dirigidos por Oscar Santángelo privilegiaron cuidar el cero en su arco y volver a sumar. Pese a mostrar un flojo rendimiento colectivo, el celeste se atrincheró bien y logró el punto anhelado. Continúa afuera de los puestos de descenso.

No era la mejor situación para afrontar tras haber perdido de forma sorpresiva. Enfrente el Mate tenía a un conjunto que está en la firme pelea por quedarse con lograr el ascenso directo, y encima debía enfrentarlo en su casa. Pero lo más importante del visitante es que fue con un plan y lo cumplió a rajatabla, sabiendo que para salir del mal momento, primero debía cuidar el arco propio.

Y eso fue lo que hizo, se protegió, no le dio demasiadas alternativas al Rojo, y aunque piso muy pocas veces el área rival y generó menos en ofensiva, lo cierto es que supo bancarse la atropellada de un rival que, sin demasiadas luces, fue más profundo y estuvo un poco más cerca de sacar una diferencia, dentro de un juego en el que escasearon las opciones de peligro.

Sin dudas, a la hora de hacer un balance, hay que decir que el punto sirve porque los de Santángelo no jugaron un buen partido y porque necesitaban recomponerse después del cachetazo recibido entre semana. Ahora será cuestión de intentar conseguir el triunfo en casa, para volver a enderezar definitivamente su camino hacia la salvación.