Tal como le pasaba al recordado personaje de Tom Hanks, le gritaron “detente” y finalmente, como si de Forrest Gump se tratara, Julio César Chávez Jr. dejó de correr. Quien dio la orden fue el CMB, amenazándole de quitarle el título y así, después de haber evitado durante un buen tiempo exponer la faja de los Medianos ante Sergio Martínez, finalmente el mejicano aceptó subirse al ring con el quilmeño. Maravilla, reconocido por la prensa mundial como el verdadero campeón en las 160 libras, por fin tendrá la chance de recuperar su corona. El duelo será el 15 de septiembre en Las Vegas, posiblemente en el mítico MGM.

Desde el entorno mismo de Martínez confirmaron a DQ que efectivamente ya está todo arreglado para que se celebre la pelea mundialista y que en esta ocasión no habrá marcha atrás posible. Por su parte, Fernando Beltrán, presidente de la empresa que maneja los intereses de Chávez en Méjico, aseguró que “el Consejo Mundial de Boxeo ha sido fundamental para que se pueda cerrar el compromiso”.

El comienzo de los mil capítulos que ya lleva esta historia se remonta a principios de 2011 cuando Maravilla -por expreso pedido del CMB- dejara vacante su cetro, con la condición de que automáticamente se convertiría en retador mandatario del ganador entre el entonces monarca, el alemán Sebastián Zbik, y El Hijo de la Leyenda, combate que tendría lugar en junio. El mejicano ganó y se quedó con la corona pero, con el guiño cómplice del organismo, esquivó al argentino y realizó su primer defensa ante Peter Manfredo Jr.

Luego, el Consejo, en su convención celebrada en diciembre, volvió a indicar que el Junior debía exponer su faja ante Martínez e incluso llegó a llamar a subasta para la pelea. Sin embargo, nunca se concretó ya que Chávez Jr. logró evadirse nuevamente para, en este caso, enfrentarse con su compatriota Marco Antonio Rubio. Esta fue la gota que hizo rebalsar el vaso del quilmeño, quien pateó el tablero y renunció al Consejo Mundial, acusándolo de traición y de estar matando al boxeo junto a Bob Arum, manager del mejicano.

Ahora se acabaron las excusas. Con todo pactado, Chávez Jr. tendrá que estar frente a frente con Martínez y defender ese cinturón verde y oro que, por lo demostrado en su carrera, parece quedarle demasiado grande. En la otra vereda, para el quilmeño, por fin llegó su ansiada revancha para intentar reconquistar una corona que, por lo expuesto en su exitosa campaña, nunca debió de haber dejado de estar en su poder.