Al parecer, el alevoso robo del cual fue víctima el último sábado Sergio “Maravilla” Martínez, al decretársele un ridículo empate en la primera defensa del cinturón interino de los Superwelters (CMB) ante el puertorriqueño Kermit Cintrón, caló hondo en el Consejo Mundial de Boxeo. “Quiero el título como sea”, había declarado el quilmeño la semana pasada y desde el organismo, ahora sí, ordenaron al yanqui Vernom Forrest –monarca absoluto de la categoría- a dejar de esquivarlo y unificar la corona.

El combate ante Cintrón fue el punto de inflexión que puso al CMB contra las cuerdas y lo obligó a ponerse firme con Forrest. Martínez tendría que haber ganado la pelea por nocaut en el séptimo asalto pero el árbitro Frank Santote Jr. la dejó seguir. Luego, a pesar del dominio absoluto del argentino a lo largo de los doce rounds, dos jurados dieron empate 113 – 113, mientras que solo uno lo vio ganador por seis puntos.

Una verdadera vergüenza que dejó a dicho organismo sin otra opción que negarle al estadounidense Vernon Forrest el pedido para realizar una defensa optativa ante Charles Whittaker, de Islas Cayman, en abril y obligarlo a enfrentarse con “Maravilla” para unificar coronas antes del 13 de marzo. Si Forrest –actualmente en receso- vuelve a negarse, perderá su cetro y el púgil quilmeño pasará a ser el monarca regular y unificado de la división de las 154 libras.

Al enterarse de la noticia, Martínez, quien había dicho antes de su defensa que quería obtener este título peleando o en la oficina porque lo necesitaba, declaró que: “Al fin Forrest se va a tener que decidir si se mete en un ring conmigo o me deja el título todo para mí. Ojalá que agarre viaje”.

Deportes En Quilmes ya había publicado qué opinaba Sampson Lewckowicz, manager de “Maravilla”, sobre Vernom Forrest: “no lo pelea porque está cagado”. Más claro imposible. Entonces, ¿podrá el norteamericano solucionar sus problemas de incontinencia o dejará su corona como un cobarde en un escritorio? El tiempo lo dirá, a más tardar dentro de 20 días.