El fin de semana se realizaron las finales para determinar los campeones por categorías de las divisiones inferiores de la Federación Metropolitana, con la destacada participación de un representante quilmeño, Remolcador Guaraní. El equipo llegó con cuatro de sus cinco categorías clasificadas: los pequeños Sub 13 entraron en Cuartos de final; el Sub 14 también en Cuartos; los Sub 16, que venían de ganar el Abierto de su categoría en forma invicta y cediendo solo un set, entraron directo en Semis y los Sub 18 que jugaron también desde los Cuartos.

El sábado, luego de viajar hasta la ciudad de Campana donde se disputaría el torneo, el Sub 13 cayó por 2 sets a 1 tras un ajustadísimo tiebreak, ante Club Country de Banfield. En el mismo club y a la misma hora, los Sub 18 le ganaban en forma categórica y con un contunde 3-0 a 77 Fútbol Club; más tarde los jóvenes Sub 14 vencieron con contundencia a Pilar por 3-0, que los llevó a enfrentar a los locales, equipo que los venció por 3-1, mandándolos a pelear por el Bronce. Por su parte, el Sub 16 llegaba invicto en lo que va del año y venció sin sobresaltos a Country por 3-1.

El domingo, con gran cantidad de gente acompañando a los deportistas del distrito y con una ruidosa hinchada, partieron las ilusiones de volver con tres podios desde Campana. En primer término y en canchas simultaneas, por un lado el Sub 14 vencía en forma abultada y en sets corridos a Ctrov, quedándose con la medalla de Bronce. Sin la misma suerte pero en un emocionante y reñido partido, el Sub 18 cayó 3-2 con Universidad de Tres de Febrero que lo manda a pelear por el tercer puesto. Con el ánimo alicaído, se quedó con las manos vacías al perder sin atenuantes con Pilar.

Párrafo aparte para el conjunto Sub 16 que se recuperó después de ir perdiendo, logró dar vuelta la final y gritó Campeón con la autoridad a la que nos tienen acostumbrados estos jugadores. Su vencido fue UBA, a quien superaron por 3 a 2. De esta forma, entre bombos, vuvuzelas y cánticos el grupo volvió para el pago a seguir la fiesta. Este equipo de gente que trabaja en silencio y de forma mancomunada entre jugadores, padres y cuerpo técnico, ya tiene por delante un nuevo objetivo: ascender a fin de año.