En el ambiente se vivía un clima especial. Porque la temporada regular ya había terminado y el verdadero objetivo se ponía en marcha para Argentino de Quilmes. Después de una excelente segunda rueda, el equipo de Monzón debía reconfirmar en el terreno de juego que está llamado a ser uno de los candidatos a luchar por el segundo ascenso. Y pese al barrial de la barranca, fue superior a Deportivo Merlo y, como marcaba la lógica, se metió en las semis del Reducido.

Mucho más publico del habitual en un martes por la tarde. El clima era optimo pero, principalmente, la instancia de la temporada fue la que terminó de confirmar el entusiasmo que hay en el publo celeste por tartar de ver si este equipo puede ser verdadero protagonista en este mini-certamen que durará apenas un par de semanas. El primer paso, fue positivo.

Es cierto, las condiciones no fueron las mejores. Sobre todo por como quedó el campo de juego después de la última lluvia y del partido jugado el sábado en el mismo escenario. Un verdadero picadero, en el que el Mate igualmente pudo hacer mejor pie. Controló la pelota y el ritmo del juego, pero falló en la primera parte a la hora de gestar situaciones de peligro.

El rival, necesitado de un triunfo para pasar teniendo en cuenta que era Argentino el que contaba con la ventaja deportiva por haber culminado más arriba en la tabla, recién se empezó a animar en el primer cuarto de hora de la segunda mitad. Pero fue en vano, porque con una mitad del campo más seca en ataque, los de Monzón comenzaron a ser más precisos y rápidamente golpeó en la red.

Iban 17 minutos cuando, una vez más, Gabriel Tellas oficializó su papel de goleador en este encuentro, marcando un gol de típico número nueve, al pescar un rebote casi en el borde del área chica. La ventaja le dio tranquilidad y afirmó la idea del Mate que, más allá de esto, también contó con un guiño del destino en un momento clave: antes de llegar a la media hora Maraschi reventó la base del palo y el balón recorrió toda el área. Un susto que podría haber sido mayor.

Pero todo se terminó a los 34, cuando Brian Duarte volvió a frotar la lámpara y, tras una tremenda corrida que se inició en su campo, quedó mano a mano para definir picando la pelota por sobre la cabeza del arquero Tursi. Golazo y la confirmación del sello a las semifinales del Reducido.

Como no hubo sorpresas y avanzaron todos los equipos con ventaja deportiva, el adversario del Mate será Luján: el sábado en la ciudad de la basílica y el próximo martes en la barranca. La otra llave será entre Central Córdoba y J.J. Urquiza. Primer paso dado, ahora se viene lo más complicado.

Foto: El Mate tiene Banca