No hay caso, Argentino de Quilmes no termina de engancharse en este campeonato. Las flojas producciones comienzan a repetirse y lo que era, en un principio, la necesidad de contar con más tiempo para que las nuevas piezas encajen en el equipo, ahora ya se transformó en una mala excusa. Después de jugar mal contra el peor elenco del campeonato, los dirigidos por Pedro Monzón fueron derrotados claramente por San Carlos y no pudieron acercarse en la tabla.

Poco queda ya de este Mate avasallante que se imponía a sus adversarios por juego, actitud, ganas o simple vocación ofensiva. Hoy al elenco de la barranca le cuesta encontrar circuitos futbolísticos que le den opciones de mitad de cancha para adelante, perdió poder de gol y encima también recibe muchos goles. En Berisso fueron tres y podría haberla pasado peor.

Le bastó apenas un rato a los locales para sacar marcadas diferencias en el partido y el tanteador. Pegó primero a los 9 minutos, gracias a la aparición de Alexis Alegre y cuando recién iban 18, llegó el segundo, en este caso, a partir de un penal bien ejecutado por Ricardo Vera.

Su flojo momento futbolístico sumado a una distancia considerable en el tanteador hicieron del segundo tiempo un terreno muy cuesta arriba para un Argentino que, a los 26 minutos recibiría el golpe mortal que sentenciaría todas sus posibilidades: el tercer tanto anotado por Alejo Lloyaiy. Recién cuando se jugaba el primer minuto de descuento, el Mate pudo al menos alcanzar el descuento, a partir de la anotación de Brian Chávez.

Apenas se trata de la segunda derrota en el torneo, pero lo que más preocupa hasta el momento son las actuaciones deficitarias de un conjunto que, lentamente, empieza a despegarse del verdadero lote de punta. El fin de semana tendrá una buena revancha ante el líder Armenio.

Foto: Valeria Saucedo