En agosto de 2017, el piloto de automovilismo argentino Mauro Giallombardo se vio envuelto en un terrible accidente de coche del que salió con un grave traumatismo craneal y por el cual fue inducido a un coma farmacológico durante varias semanas. Algo más de un año después, en octubre de 2018, el deportista fue visto por primera vez tras el incidente en una pista de karting, una señal esperanzadora para los seguidores de una de las figuras nacionales del automovilismo de velocidad.

Giallombardo todavía sigue inactivo, pero si la recuperación sigue como ahora podríamos volver a verle competir en categorías como el Turismo Carretera o en la Clase 3 del Turismo Nacional. El piloto hizo sus primeros pinitos en el mundo del karting con tan solo 10 años, y no fue hasta 2005 que debutó en la Fórmula Renault Argentina. Más tarde ya pasó a competir en turismos. Siempre de la mano de Ford Falcon, consiguió coronarse campeón en 2008, 2010 y 2012.

Cinco años después, tendría que retirarse de la pista. El desdichado incidente tuvo lugar fuera de los circuitos competitivos, mientras conducía su coche particular por la Ruta Nacional 40 en Villa La Angostura. Había nevado y eso provocó que perdiera el control del automóvil y chocara contra un ómnibus. Tuvo que ser intervenido quirúrgicamente hasta en tres ocasiones, tanto por el traumatismo craneal como por el otro sufrido en la cadera.

Poco a poco, el piloto argentino fue recuperando la normalidad, aunque por el momento esto signifique no participar en competiciones oficiales. Seis meses después del accidente, Giallombardo asistió a su primer acto público tras lo sucedido. El de Quilmes todavía se encontraba en proceso de rehabilitación y las imágenes de ese día dejan en evidencia las secuelas del duro golpe. No sería hasta algo después que ya pudimos ver su regreso a las pistas.

Por ahora, tanto él como sus seguidores tendrán que acostumbrarse a la aparición esporádica de Giallombardo en eventos deportivos no competitivos. El argentino sigue trabajando en el mundo automovilístico, pero no como piloto de carreras. Aunque el pronóstico de hoy en día ha cambiado mucho del que se realizó las primeras semanas tras el incidente, sigue teniendo ciertas limitaciones de movilidad en el cuerpo, especialmente en su lado derecho.

Giallombardo prefiere afrontar la realidad con optimismo y poner sus circunstancias actuales en perspectiva. Muchos pensaron que no saldría vivo del accidente o que, de hacerlo, quedaría en silla de ruedas para el resto de su vida. Con la ayuda de terapia ocupacional, el piloto consigue mejorar la articulación de su mano derecha y trabaja toda la parte cognitiva y neurológica. La vida le ha dado una segunda oportunidad y el argentino está dispuesto a aprovecharla.