Dos tiempos distintos. Uno muy movido, con un ritmo frenético de ataques constantes y otro en el que el cansancio pasó factura y a partir de eso se hizo más luchado y trabado, con pocas ocasiones destacadas cerca de los arcos. Con un mayor dominio de pelota y terreno, el local supo hacer valer la eficacia y el buen potencial individual de su plantel para marcar la diferencia.

Lo mejor del QAC en el partido se vio en el tramo inicial. Apretando al rival, con salida clara y velocidad para pasar al ataque. Una propuesta de palo y palo diferente a lo que suelen ser los partidos que disputa el Matador, que gracias a la calidad general, de a poco también comenzó a acercarse al arco rival con peligro.

Después que Saracho la pifiara en una entrega, casi llega el gol de Protti, pero el arquero se rehízo tapando el remate. Pero la más clara de la etapa la tuvo el Cervecero a partir de una salida con criterio, doble pared entre Acevedo y Barbieri, que este último terminaría dilapidando con un remate por arriba del travesaño, cuando quedaba solo ingresando al área.

El partido cambió completamente para la segunda parte, producto del cansancio general que apagó las luces de varios protagonistas, errando más y generando que el juego se torne más cortado. Más allá de esto, Tigre fue el que tomó las riendas, aunque sin poder ser profundo y con menos peso del habitual en los metros finales.

Aunque su postura fuera otra, Quilmes nunca se cerró y ese hibrido en el que se transformó durante ese rato, lo terminaría dejando sin nada. A menos de diez del final, Magnín se metió en el área, buscando un centro desde el costado, con una defensa adelantada y que dio ventajas a la hora de intentar controlar al mejor nueve de la categoría. El arquero dudó y el delantero, poniendo la punta del pie, definió por arriba y colocó la pelota en el segundo palo.

Entre cambios y demoras, el último rato casi no se jugó y los de Victoria confirmaron una victoria importante y que lo consolida como candidato. Al Cervecero, más allá de buenos pasajes, los números le empiezan a pesar en un pasaje del torneo que será clave para intentar engancharse entre los que lucharán por el ascenso.

Síntesis

Tigre (1): Zenobio; Gabriel Compagnucci, Fernando Alarcón, Lucciatti, Sebastián Prieto; Menossi (ST 39’ Cristian Zabala), Prediger, González Metilli (ST 45’ Cavallaro); Enzo Díaz (ST 18’ Tomás Fernández), Pablo Magnin e Ijiel Protti (ST 34’ Galmarini). DT: Diego Martínez. Sup: Roffo, Giacopuzzi, Diego Sosa, Blondel y Diego Becker.

Quilmes (0): Saracho; Martin Ortega (ST 34’ Leonardo Rolón), Rodrigo Moreira, García Basso, Ramiro Arias (ST 39’ Federico Anselmo), Emanuel Moreno; Drocco, Adrián Calello (ST 34’ Bottari); Jonás Acevedo; Mariano Barbieri (ST 25’ Julián Bonetto) y Facundo Pons. DT: Facundo Sava. Sup: Glellel, Oscar Sainz, Bindella, Elías Brizuela, Matías Fernández y Tomás Blanco.

Gol: ST 36’ Magnin.

Amonestados: Alarcón, Protti y Prediger; Pons, Arias, Barbieri y Moreno.

Arbitro: Jorge Broggi.

Estadio: José Dellagiovanna.