Seguir la campaña del Celeste comienza a vivirse como una repetición constante. Difícil que el equipo salga de contexto y que el trámite de los partidos sea muy diferente, dentro de un campeonato muy mediocre, en el que se impone la paridad y la falta de conjuntos que cuenten con las armas suficientes para hacer valer su superioridad. En medio de ese panorama, el Mate no pierde pero tampoco gana… casi nunca.

En los Polvorines, volvió a hacer gala de su nueva contundencia, esa que lo acompaña en buena parte de los partidos: gran centro de Billordo desde la izquierda, para que el delantero de mayor resolución que tiene el equipo, Jonathan Cañete, peinara el balón sobre el primer palo y le cambiara la trayectoria al balón. Fue la primera ocasión que tuvo Argentino de cara al arco, iban 42 minutos del primer tiempo.

Sin ser mucho más, los locales habían obligado a estar más atento a Elías Gómez, el arquero del Celeste que volvía a la titularidad después de perderse este Clausura por lesión. Y en el tramo complementario, ese ímpetu ofensivo se iría intensificando hasta que, a los 25 minutos, el goleador Lucas Scarnato aprovechó una serie de rebotes dentro del área para señalar el empate.

Otro partido apagado de un Mate que volvió a sumar y mantiene una racha invicta de ocho encuentros (un triunfo y siete empates). Demasiado poco para pensar en meterse en una discusión más grande. Pero en la fecha que viene, ante el colista del torneo, tendrá la gran posibilidad de volver a sumar de a tres.

Foto: San Miguel oficial