Parecía una gran oportunidad para que el equipo se sacara de encima el karma de los empates (llevaba siete en los últimos ocho partidos), teniendo en cuenta el momento que le tocaba atravesar al rival. Pero en ningún momento de la agradable jornada de domingo, el Mate logró ser superior al colista de la tabla. Apenas, intentó acorralarlo a los ponchazos durante una parte del segundo tiempo, pero en base a centros o pelotas largas, sin claridad ni justeza en ofensiva.

Enfrente hubo un equipo solidario y experiente que, a diferencia de lo que venía sucediendo en este muy mal momento que le tocaba atravesar, aprovechó todas las ventajas del rival y se sostuvo a partir del oficio de un grupo de nombres con recorrido en las categorías de ascenso.

Uno de esos nombres pesados de Merlo, Ariel Cólzera, aprovechó un error defensivo para marcar el primer gol de la tarde: Juan Manuel Piedra calculo mal como último hombre, la pelota lo superó y el diez definió de emboquillada, demostrando la categoría de un futbolista que jugó varios años en la elite del fútbol nacional.

Ese gol le terminó de dar la confianza necesaria a un equipo que ya venía haciendo pie en la barranca. Al unto que dominó la escena, casi no sufrió situaciones de peligro y terminó sentenciando la historia un ratito antes del final. Un desesperado Argentino iba para adelante cegado y, en un contraataque armado por la derecha, apareció Nazareno Pompei para definir anticipando a todos casi sobre el primer palo.

Segundo derrota en once partidos para el Mate en este campeonato, pero esos números no marcan la cruda realidad futbolística. Apenas un triunfo en el Clausura, magros puntos en la general y un nivel de juego que siempre fue chato. A poco del cierre de la temporada, las miradas ya estarán empezando a ponerse en lo que vendrá.