El Quilmes que se formó para ser candidato al ascenso, sigue sin dar pie con bola. Frente a All Boys tenía la oportunidad de acomodarse en la tabla, pero el equipo volvió a jugar mal, manteniendo la alarmante escasez de juego y de profundidad ofensiva, por la que no consigue llevar demasiado peligro al arco contrario. Resultado: derrota por la mínima diferencia, justificada por el mejor trato de la pelota de un rival que se fue soltando con el correr de los minutos. Despedida con silbidos para los de Bianco.

Aunque debería llamar la atención para Quilmes sufrir una derrota como local, es cierto que esta noche negra que vivió el equipo frente a los de Floresta, ya había dado su aviso en compromisos anteriores. Poco cambio el andar del Cervecero en este encuentro, con relación a otros partidos que jugó en esta temporada en su estadio (Gimnasia de Jujuy por ejemplo). O si...esta vez el rival tuvo una chance clara y no la desperdició.

Es que, más allá del paso de los días y de las fechas, hay valores sustanciales de su juego que el equipo aún no supo resolver. ¿A que juega Quilmes? ¿Es imposible que salga de la intrascendencia permanente que lo deja en la actualidad con la fea marca de apenas tres goles en cinco encuentros jugados como local?

Da la sensación, repasando uno a uno los demás conjuntos que integran la categoría, que el entrenador cuenta con material suficiente para intentar cambiar la historia y para imaginarse en un futuro mejor. Pero entre el bajón de algunos futbolistas (Guzmán está desconocido, Seri fue solo una interesante aparición con Aldosivi, los delanteros aportan poco; Matías Córdoba demostró no ser solución cuando Miguel López tiene un mal partido) y los errores de Bianco en sus decisiones, todo va a costarle demasiado.

Y el DT es parte responsable de la realidad cervecera. No se explica la movida que realizó en el fondo ante la ausencia de Herbella por lesión, cuando tenía a Piarrou para jugar por la derecha, dejando a Quiles junto a Ribonetto en la zaga central; tampoco el constante cambio de fichas en ofensiva sin tocar demasiado el esquema (recién a 20 minutos del final decidió cortar el doble cinco de la mitad de la cancha, cuando Guzmán y Meza Sánchez se superponían todo el tiempo).

En medio de ese panorama, el local apenas llegó en cuentagotas sobre el arco defendido por Nico Cambiasso y después del penal convertido por Campodónico (clara falta de Corvalán sobre Sánchez en un contraataque), apenas si pudo acorralar a su rival en los últimos dos minutos, a puro centro.

Esta fue la primera derrota de Bianco como DT cervecero en el Centenario, contando sus dos ciclos en el club. Pero más allá de un dato numérico y de una ocasión desperdiciada en la tabla, lo que más preocupa es el nivel futbolístico. Por el momento, la pilcha de candidato de candidato debe seguir guardada en el placard.

Síntesis

Quilmes (0): Trípodi; Quiles, Ribonetto, Claudio Corvalán; Seri, Marcelo Guzmán, Meza Sánchez (ST 24’ Diego Cardozo), Di Gregorio (ST 35’ Narvay); Miguel López (ST 5’ Matías Córdoba); Mauricio Carrasco y Sava. DT: José María Bianco. Sup: Pontiroli, Piarrou, Kalinski y Lentini.

All Boys (1): Nicolás Cambiasso; Cristian Vella, Jonathan Ferrari, Carlos Soto, Armando Panceri; Emanuel Perea (ST 26’ Fernando Sánchez), Stefanatto, Coudannes; Ariel Zárate (ST 18’ Hernán Buján); Torassa (ST 26’ Pérez García) y Campodónico. DT: José Romero. Sup: Perelman, Madeo, Juan Pablo Rial y Poizón.

Gol: ST 32’ Campodónico (p).

Amonestados: Meza Sánchez y Di Gregorio (Q); Perea, Sánchez, Buján y Pérez García (AB).

Arbitro: Daniel Raffa.

Estadio: Centenario.

Foto: gentileza Olé