Quilmes se jugaba mucho más de lo pensado en esta fecha. Más allá de las pocas o casi nulas chances de luchar por el ascenso, el equipo tenía por delante un equipo comprometido con la permanencia y debía hacer valer su mayor jerarquía, volver a ganar y traer algo de calma y tranquilidad para encarar la parte definitoria de la temporada. Con algunos momentos destacables, dentro de un partido chato, sumó de a tres en un Centenario con un ambiente muy politizado.

Con los nervios a flor de piel vivió el hincha cervecero desde el comienzo mismo del partido. Principalmente, por lo sistemático de la idea de su DT, de intentar salir jugando siempre con la pelota a ras de piso y eso generó algunos dolores de cabeza. La herramienta, a veces bien utilizada, por momentos genera más problemas que soluciones, a partir de errores puntuales de los futbolistas o el simple hecho de arriesgar por demás.

De cualquier manera, el trámite del partido era muy impreciso ya que ninguno podía adueñarse de la pelota. Sin embargo, el Canario logró aproximarse al arco del local, cuando Borasi eludió a un par de jugadores y sacó remate cruzado, que el arquero Glellel contuvo en dos tiempos. A partir de ahí, el QAC comenzó a acomodarse en el terreno y dominó el cuarto de hora final de ese tramo inicial.

Y empezó a contar con chances de gol. Primero, porque Fede González habilitó a Alex Batista, quien quedó cara a cara con Lungarzo, pero el uno salvó su valla con una gran atajada (en el rebote también despejó un cabezazo de González). Luego sería Colman, el que sacaría un bombazo desde afuera que, nuevamente, contuvo el arquero visitante. El equipo de Coyette entendió que era su momento y no lo dejaría escapar. En la última jugada de la etapa, Colman tuvo su revancha, cuando Machado mandó un centro pasado para la aparición del diez por detrás de todos. Con ese tanto, configuraba su mejor rendimiento desde la llegada al Cervecero.

Los cambios del banco visitante no generaron demasiados cambios en el rendimiento del un Flandria muy limitado en los últimos metros. Entre los nervios y sus propios problemas, Quilmes apostó a manejar el tramite con el resultado a su favor. Durante un buen tramo tuvo la pelota, pero le faltó profundidad. Aunque tuvo oportunidades para convertir. En las más claras, Moreno lo tuvo en su botín zurdo y la pelota terminó dando en el palo, mientras que Pavone estrelló el baló en el travesaño ante la salida apurada de Lungarzo.

Pero ya en el último tramo, con muchos jugadores en ofensiva, los de Jauregui apuraron y volvieron a mostrar las inseguridades constantes de la defensa quilmeña. Un cabezazo a las manos del arquero y un par de remates desviados, mostraron a un conjunto mucho más comprometido en ofensiva, buscando sumar ante las complicaciones que actualmente le presenta la tabla de posiciones.

Pero ganó el QAC, que por el momento no mira demasiado la tabla, sabiendo que está lejos de todo. Pero en un mes tan especial, con elecciones en el camino, partidos definitorios, la inestabilidad del entrenador, la Copa Argentina por delante, hicieron que este no fuera un sábado más. Al menos, fue una jornada triunfal, y en estos tiempos, no es poca cosa.

Síntesis

Quilmes (1): Esteban Glellel; Barrios, Rodrigo Moreira, Elías Brizuela, Agustín Bindella (ST 42’ Emanuel Moreno); Santiago López García, Kevin López, Iván Colman (ST 15’ Mariano Pavone); Camilo Machado (ST 15’ Iván Erquiaga), Federico González (ST 42’ Julián Bonetto) y Axel Batista (ST 34’ Hernán Lamberti). DT: Walter Coyette. Sup: Roberto Ramírez, Jesús Camaño, Mateo Sanabria y Tomás Blanco.

Flandria (0): Juan Manuel Lungarzo; Julián Marchio, Andrés Camacho, Tomás Mantia (ST 41’ Facundo Taborda), Francisco Martínez; Mariano Puch, Gastón Mansilla, Benjamín Borasi (ST 30’ Franco Tisera), Tomás Bottari (ST 12’ Nicolás Toloza); Brian Ferreyra (ST 30’ Juan Ignacio Barbieri) y Enzo Trinidad (ST Joaquín Ibáñez). DT: Felipe De la Riva. Sup: Germán Yacaruso, Adrián Torres, Nicolás Henry y Franco Ortigosa.

Gol: PT 45’ Colman.

Arbitro: Sebastián Zunino.

Estadio: Centenario.

Foto: QAC oficial