Pese a que el arranque fue prometedor, porque el equipo logró ponerse en ventaja, no le duraría mucho y, tras el primer golpe del rival, terminarían quedando al descubierto los hilos de una formación que se fue entregando a medida que los locales fueron señalando más goles. Desde la llegada de Kopriva, Argentino se formó para sacar puntitos y a eso jugó durante todo el tramo final del Torneo Clausura, este domingo perdería el invicto, aunque su rendimiento fue tan flojo como el de otras tantas tardes.

Ese tanto a los 18 minutos de Franco Sosa, el principal responsable de los goles del Criollo en la temporada, sería contrarrestado por un gol en contra de Daniel Silvani que, rápidamente siete minutos más tarde, pondría la igualdad en el tanteador. Encima, cuando buscaba llegar en paridad al descanso, el CADU le asestaría un golpe que sería clave: a los 44 llegaría la anotación de Alejo Macelli, de cabeza, que les dio la ventaja a los locales.

El complemento parecía estar de relleno, ante las pocas incidencias, pero en un ratito apenas, Defensores se encargó de sentenciar la historia. A los 25, llegaría la tercera conquista a partir de la buena ejecución de Martín Giménez en un tiro libre y a los 31, Luis Olivera cambió penal por gol, para que el resultado se transforme en goleada y el equipo de Zárate llegue un poco más entonado a disputar el Reducido.

Para Argentino de Quilmes, una campaña que quedará en el olvido desde los números (8 victorias, 12 empates y 12 derrotas), pero también desde el juego de un equipo que mostró algún momento destacado muy a cuentagotas. Indudablemente, el balance obliga a un replanteo profundo de cara al objetivo futbolístico del próximo año dentro de una categoría floja y pareja, pero muy competitiva.

Foto: Argentino (Q) oficial