El seleccionado llegaba en alza para este compromiso después de los tres triunfos en igual cantidad de presentaciones en la fase de grupos. Y si bien del otro lado de la cancha había una potencia en la categoría, el ánimo de los chicos estaba por las nubes.

El equipo se adueñó de la pelota y el protagonismo, pero le faltó profundidad, más allá de las importantes apariciones de Romero y Brian Aguirre, aunque la mayoría de las acciones terminaban en centros que no tenían demasiada trascendencia. Pero todo cambió para el complemento.

En esa segunda etapa, Argentina mostró sus dos caras. Porque las Águilas continuaron siendo férreas en defensa y apostaron a ganarle la espalda a los nuestros mediante pelotazos. Y fue así que a los 16 minutos, Muhammad le ganó muy bien a un Giay que lo corrió de atrás y, ante la tibia salida de Gomes Gerth definió suave para adelantar a los suyos.

Tras ello, los nuestros mostraron una leve mejoría y tuvieron situaciones como para empatarlo: Romero reventó el palo, un cabezazo de Carboni que pasó cerca, un disparo de Gauto que provocó el grito de la gente y otro nuevamente del jovencito de familia quilmeña que se fue muy elevado. Pero...

Con toda Argentina en ataque ya en tiempo adicionado, le ganaron la posición a un tibio Giay, tiraron el centro y en completa soledad apareció Sarki para definir la historia. El equipo africano espera por Ecuador o Corea del Sur en los Cuartos de final, mientras que Argentina sufre una nueva decepción en las categorías formativas. Aunque demostrando que tiene buenos proyectos futbolísticos para el futuro.

Foto: AFA