En la lejana Jujuy se vio la mejor versión del año de Quilmes. El Cervecero, comandado por el ritmo futbolístico de Caneo, creció en su rendimiento y se impuso con claridad a Gimnasia. En el segundo tiempo, contó una gran cantidad de situaciones para liquidar con tranquilidad el partido, pero no las concretó y debió sufrir hasta el final. Segunda victoria consecutiva como visitante, para reposicionarse en el campeonato y quedar más cerca de los líderes.

Bien vale el juego de palabras para enmarcar la realidad del QAC en esta noche de viernes. Tuvo que trasladarse bastante lejos del pago chico para demostrar que está con vida. Y gracias a su rendimiento, el equipo logró tres puntos vitales, que lo ponen a un paso de los elencos de punta. Esos que parecían imposibles de alcanzar, hace apenas tres semanas atrás.

Y aunque lejos está de mostrarse como el máximo candidato al ascenso, bastantes meritos vienen haciendo los dirigidos por Ghiso en el último tiempo, para demostrar que lo sucedido en Corrientes fue solo un paso en falso. Y que el equipo lentamente va encontrando su línea de juego. O por lo menos, cierta identidad para jugar como visitante, mostrándose protagonista del juego y batiendo al local de turno.

Luego de un arranque parejo, los goles alteraron el trámite del partido. Es que, poco había pasado hasta que Mauricio Carrasco ponga en ventaja a la visita. Pero Jorge Luna logró el empate, cuando su conjunto se desbarrancaba y comenzaba a ser superado. Su precisión de media distancia, permitió ir al descanso en tablas.

Y si bien, en la primera jugada de la etapa final Arraya se perdió un gol imposible, solo sería una alucinación, porque la realidad iba a ser totalmente distinta. Es que, Quilmes jugó veinte minutos de excelencia, desbordándolo a su rival, llevándoselo por delante, hasta que llegó el tanto de Miguel, por lejos el mejor de la cancha.

El tanto sumado a la expulsión de Pomba enloqueció aún más al público local, que no veía reacción alguna en su equipo. En medio de ese panorama, el Cervecero contó con una innumerable cantidad de situaciones para sentenciar el pleito. Pero una a una fue despilfarrándolas y le dio vida al Lobo.

Los de Arzubialde se la jugaron, pero en las pocas que pudieron acercarse, chocaron con la solidez de Trípodi, que no mostró ninguna falla. De cualquier manera, con un slo tanto de ventaja el QAC debió sufrir hasta el final para poder celebrar una victoria con mucho más sabor que la de la semana pasada.

Es que esta vez fue contra un conjunto que quería sumarse a la pelea, que se hace fuerte de local (había perdido un solo encuentro hasta ahora en la temporada) y le ganó mostrando una imagen mucho más nítida y contundente que en Mar del Plata. Quilmes ganó y gusto. No es poco, para un equipo que lentamente quiere mostrarse como una alternativa válida, entre todos los candidatos.

Síntesis

Gimnasia (J) (1): De Giorgi; Leonardo Ferreyra, Avendaño, Pomba, Alvaro Alonso; Sachetto (ST Fernández Francou), Ramasco, Yedro (ST 23’ Gil), Castillo; Jorge Luna; Juan José Arraya (ST 23’ Caggiano). DT: Héctor Arzubialde. Sup: Bernacchia, Píccoli, Gabriel Ruiz y Matías Manzano.

Quilmes (2): Trípodi; Emanuel Martínez, Quiles, Sergio Rodríguez, Claudio Corvalán; Garnier, Meza Sánchez, Miguel López (ST 38’ Kalinski), Battaglia (ST 34’ Diego Cardozo); Caneo; Mauricio Carrasco (ST 32’ Narvay). DT: Jorge Ghiso. Sup: Pontiroli, Ribonetto, Francisco Cerro y Sava.

Goles: PT 24’ Carrasco y 32’ Luna; ST 19’ Caneo.

Amonestados: Ramasco y Ferreyra (G); Meza Sánchez (Q).

Expulsado: ST 22’ Pomba.

Arbitro: Luís Alvarez.

Estadio: Tacita de Plata.