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No era un combate más para Sergio Martínez. El choque de este sábado ante el invicto ucraniano Sergei Dzinziruk representaba la oportunidad de volver a lucirse tras el espectacular nocaut que le propinó a Paul Williams a fines de 2010. Y vaya si lo hizo: dio una verdadera lección de boxeo, en la que dominó todas las vueltas y tumbó al europeo ¡cinco veces! hasta decretarse el KOT en el 8º round. Ya con el Cinturón Diamante CMB en su poder, Maravilla fue por más y desafió públicamente a Floyd Mayweater. El mejor púgil de Argentina no va a parar hasta ser el mejor libra por libra del mundo.

Desde el arranque del duelo, Martínez (47-2-2 / 26 nocauts), quien al igual que en su última pelea volvió a lucir los colores rojinegros de su ídolo Carlos Monzón, salió a buscar al monarca Superwelter (OMB), trabajando sobre todo su cuerpo y demostrándole cómo se aplica un verdadero jab, a priori el arma predilecta del ucraniano. Así, ya al final del primer asalto, Dzinziruk (37-1, 23 nocauts) fue a su esquina con el rostro enrojecido por los certeros impactos infligidos por el quilmeño. Un preludio de lo que estaba por venir.

Maravilla continuó manejando el ring a su antojo y bajando la guardia, invitando a pelear a un rival de prestigio que, sin embargo, siempre se mostró estático y presa fácil de sus embates. Como consecuencia de este dominio, en el cuarto round se produjo la primer caída del europeo. En el siguiente, el ucraniano esbozó una leve recuperación pero, sobre el cierre, una izquierda del quilmeño lo volvió a mandar a la lona.

El final anunciado del combate se precipitó luego de que Martínez sufriera, en la séptima vuelta, un corte en su ojo izquierdo. Herido en su orgullo, salió en el octavo decidido a culminar un trabajo que venía siendo impecable, descargando un ataque feroz con el cual derribo tres veces consecutivas a Dzinziruk, hasta que el referí Arthur Mercante Jr. dictaminó el “no va más”.

“Pude trabajar sobre sus errores”, explicó Martínez -todavía sobre el cuadrilátero del Foxwoods Resort Casino de Mashantucket, Connecticut- al periodista de HBO Max Kellerman cuál fue la clave de su victoria. “Me gustan los grandes desafíos. Me obsesiona ser el mejor libra por libra y sé que voy a lograrlo. Por eso quiero enfrentar a Mayweather, a Pacquiao… a los mejores”, desafió, demostrando que los diamantes y el oro de su nueva faja no lo encandilan y que, a pesar de haber sido despojado de su título de los Medianos para ser nombrado Campeón Emérito del CMB, quiere ir por más gloria y seguir haciendo historia en las páginas del boxeo mundial.